Taurino, joven y con una trayectoria de 6 años como alcalde de la localidad, José Benlloch afronta sus sextas fiestas de la Mare de Déu de Gràcia con mucha alegría. Asegura que la relación entre Junta de Fiestas y ayuntamiento es excelente, y saca pecho de lo que considera «unas fiestas referentes en la provincia».

P ¿Cómo se prepara la ciudad para estos festejos patronales?

R Con la alegría de celebrar uno de los eventos más importantes que hacemos durante el año. En este caso es una fiesta muy participativa, en la que cumplimos con nuestra tradición. Los afrontamos con la responsabilidad de que no pase nada, que las fiestas se puedan tener en paz, especialmente en un momento como este en el que estamos viviendo muchas dificultades desde el punto de vista de la seguridad.

P ¿Cómo ha sido la relación entre junta de fiestas y ayuntamiento?

R Absolutamente excelente. Creo que es fácil llevarse bien con la junta de fiestas si te crees su independencia. Ellos pueden decir, porque es verdad, que no se les ha influido nunca, ni siquiera en qué cantantes puedan traer, qué actos se hacen, cuáles se aceptan y cuáles no. Nuestra norma ha sido siempre, desde que soy alcalde, no influir en una junta de fiestas independiente. Si garantizas esa independencia, yo creo que las cosas funcionan a la perfección. Estamos tremendamente contentos con su presidente, José Pascual Colás, al que le avala que lo hayan vuelto a elegir en la segunda convocatoria electoral que hubo dentro de la junta. La Comisión y el ayuntamiento hemos organizado unas fiestas referentes en la provincia, donde hay más de 200 actos. En el momento de crisis económica que hemos pasado, ellos (la Comisión de Fiestas) han sabido adaptarse, sin que la calidad de los festejos se haya visto resentida.

P ¿Cómo se puede conciliar fiesta y descanso?

R Es muy difícil, hay que ser realistas. Son 10 días muy intensos, y hacemos todo lo que podemos hacer para intentar que la gente que no pueda disfrutar de las fiestas por diferentes motivos lo pueda pasar un poco mejor. Creamos un recinto de fiestas que está pegado al Carrefour, que tuvo mucha crítica porque se decía que mandábamos la fiesta fuera de la ciudad. Ello nos ha permitido garantizar la fiesta hasta altas horas de la madrugada, por lo que nos lo han copiado muchos pueblos. Evidentemente es un espacio donde no se molesta, donde la seguridad está garantizada a través de cámaras y policía en los aledaños. Es por ello que sí hay un control muy estricto con los horarios de las peñas entre semana y en fin de semana.

P ¿Qué va a hacer el ayuntamiento para combatir los actos incívicos y vandálicos?

R Durante la semana de fiestas tenemos operativos especiales de policía. Estas cuestiones son de educación, y nuestra diferencia con otras localidades es que el ayuntamiento ha hecho una gran apuesta desde que entramos a gobernar por intentar instalar el máximo posible de cámaras en la ciudad. Así, los sitios más concurridos, donde son posibles las aglomeraciones, están totalmente vigilados.

P ¿Habrá algún tipo de refuerzo policial como consecuencia de los recientes atentados y alertas?

R Sí, pero no es de ahora. Nosotros lo hemos puesto en marcha desde hace bastante tiempo. Cuando recibimos desde la delegación del gobierno cartas en las que se nos pedía reforzar la seguridad y poner en marcha elementos que impidan el paso a vehículos en zonas peatonales y concurridas, cumplimos inmediatamente con esas órdenes. Instalamos maceteros artificiales en estas zonas, ya durante la semana santa en las procesiones. Y lo voy a seguir haciendo.

P ¿Con qué acto se queda de estas fiestas?

R Yo soy un defensor de los toros, me gustan muchísimo, cada vez puedo ir menos porque tengo que combinar muchísimos actos, pero sin duda son una de las actividades que más me gusta. Ahora como alcalde, presidir la bienvenida a la Virgen de Gràcia, y la bajada a la patrona es una de las cosas que más me emocionan. Me quedaría con ello.

P ¿Qué expectativas tiene usted para estas fiestas?

R Espero que sean unas fiestas muy participativas. Las fiestas de septiembre suelen ser festejos que la gente coge con muchas ganas, ya que es su última oportunidad para aprovechar las vacaciones. También creo que la alegría económica que está viviendo la ciudad también se va a notar en cuanto al consumo, ya que actualmente somos la tercera ciudad que más empleo ha creado en la Comunidad Valenciana. Espero que las fiestas cumplan sus tres funciones: reforzar la identidad del pueblo; la función económica, que es fundamental, y por otro lado, el hecho de ser una oportunidad para exhibirse en el programa de fiestas y darse a conocer.