El Grup per la Recerca per la Memòria Histórica de Castelló discrepa de la decisión del ayuntamiento de trasladar la cruz del parque Ribalta sin demolerla e insiste en reclamar su eliminación por ser un símbolo «franquista».

«Si se traslada a otro espacio público estaríamos en la mismas; si no la quieren destruir que la encierren en algún lugar», afirman desde Recerca, que reiteran que la cruz de Ribalta ensalza «la victoria de la cruzada de Franco» y tampoco tiene «ningún valor artístico».

Es por ello, que el colectivo considera que el futuro de la cruz, levantada tras la Guerra Civil, sólo pasa por su destrucción. «Parece ser que la apología franquista no se penaliza», remarcan desde la asociación de memoria histórica.

El equipo de gobierno ha asumido las conclusiones del informe realizado por la comisión de memoria histórica del Consell, creada para analizar los vestigios franquistas que permanecen en el callejero de la Comunitat Valenciana. El dictamen aboga por retirar la cruz de ribalta al considerar que es un elemento que enaltece la dictadura y que no tiene valor artístico, pero estima más adecuado su reubicación en el cementerio de San Jose

El ejecutivo local todavía no ha tomado una decisión sobre el nuevo espacio de la cruz. «Ojalá tuviéramos un museo de la Paz en Castelló donde llevar la cruz. Todo sería mucho más fácil. Lo que tenemos claro es que la cruz se quitará del parque Ribalta», espetó el viernes tras la junta de gobierno local, Verònica Ruiz.

La retirada todavía se prolongará un tiempo en materializarse. El ayuntamiento primero deberá modificar la declaración de Bien de Interés Cultural que goza el parque Ribalta al tener que variarse el símbolo de la cruz. Esta decisión tendrá, además, que contar previamente con el beneplácito de la Conselleria de Educación y Cultura, y disponer de una partida presupuestaria.