Síguenos en redes sociales:

25 años y un día

Un buen año para el «Examen oral...»

El anecdotario, con los artículos más jugosos de la sección «Rabos de pasa», pronto verá la luz de la mano de la editorial Onada de Benicarló

Un buen año para el «Examen oral...»

Ahora que iniciamos un nuevo año y es tiempo de buenos propósitos, el que suscribe y el señor Sanchis nos hemos pedido un libro: el recopilatorio con las historias más singulares que hemos publicado desde 2014 en esta sección dominical. Hasta que tal cosa suceda, nosotros a lo nuestro, a seguir con esta crónica anónima d´un temps i un país.

El president Puig recordaba en su discurso navideño un verso del poeta Vicent Andrés Estellés: «Enyorem un temps que no és vingut encara». De esa nostalgia del futuro, nosotros poco o nada podemos añadir al consabido: «tiempo por venir, futuro». Sin embargo, de la otra añoranza, la del pasado, algo podemos comentar. Y no lo hacemos porque practiquemos la melancolía -la bilis negra de los clásicos-, sino porque nos hemos prescrito, por automedicación, estos ejercicios semanales contra la anmesia y el mal de Alzheimer. Por tanto, nuestra mirada retrospectiva es útil para quien la quiera ejercitar, en pequeñas dosis, cada domingo, o leyendo, cuando llegue a las librerías: «Examen oral d´històries».

Este libro nada tiene que ver con las crónicas oficiales encuadernadas con piel española, pero sin embargo, cuenta con un prólogo del profesor Jaime Peris. De sus palabras destacamos unas que retratan el sentido último de nuestro trabajo a la hora de recurrir a las fuentes orales. Sostiene Peris: «Que la historia sea una ciencia, no acabo de tenerlo muy claro y menos todavía la utilización del término "ciencia social", sobre todo como denominación de una asignatura de la ESO. Fue Paul Valéry quien dijo que "no se debe llamar ciencia más que al conjunto de fórmulas que siempre tiene éxito, todo el resto es literatura"».

El profesor, para reforzar el argumento, apunta a una investigación propia. Cuenta que en su día tuvo que redactar una reseña de Gimeno Barón. Rebuscando entre la documentación se encontró con un legajo referido a la beca «Conde de Cartagena», que obtuvo el pintor para ampliar sus estudios en Mallorca. Pero su viuda, que aún vivía cuando Peris realizó estos apuntes biográficos, le aseguró que su marido no visitó Baleares hasta años más tarde de cobrado aquel pensionado y que remitía las cartas, que justificaron su estancia en las isla, desde la península.

Pulsa para ver más contenido para ti