El Ayuntamiento de Almassora cerrará al tráfico la Vila para atender la demanda vecinal, que los residentes trasladaron en la tarde del miércoles al equipo de gobierno en el Dia del Veí celebrado en la plaza de la Picaora. La alcaldesa, Merche Galí, confirmó ayer que el proyecto de reforma del casco urbano del municipio comenzará en la calle San Joaquín, si bien todo el casco antiguo quedará vetado a la circulación antes de que concluyan las obras de peatonalización.

Galí explicó a los asistentes que los técnicos municipales ya trabajan en la búsqueda de solares para reservar aparcamiento en las inmediaciones de la Vila. «Habilitaremos espacios exteriores para estacionar cerca del casco antiguo, de manera que la pérdida de plazas de aparcamiento dentro del barrio no suponga un problema para los residentes, que podrán dejar el vehículo en zonas cercanas», indicó.

La intención es que la remodelación pueda arrancar este año, después de que el gabinete local de arquitectos que está diseñando la remodelación presente las alternativas al equipo de gobierno y al vecindario. Este servicio de asistencia técnica tiene un presupuesto de 11.858 euros para diseñar la reforma de 2.400 metros cuadrados del casco antiguo atendiendo a las claves del Plan de la Vila.

Alta velocidad

En este sentido, los asistentes a la cuarta edición del Dia del Veí se mostraron preocupados por la alta velocidad que registran las calles principales de este distrito, sobre todo San Joaquín, San Vicente y Darremur, y solicitaron una reforma que permita acabar con el riesgo para los transeúntes. El Plan de la Vila, incluido en los fondos Feder de la Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible Integrado (Edusi), recoge su petición de peatonalizar el distrito, una reforma que se realizará por fases para evitar problemas de accesos a los residentes mientras duren las obras.

Éstas tendrán que ajustarse al calendario de fiestas de la localidad, seguir criterios homogéneos en todo el casco antiguo y recoger todas las propuestas factibles trasladadas por el propio vecindario, tal como se comprometió la concejala de Urbanismo, Carmina Martinavarro, ayer durante la reunión con los asistentes. Éstos también solicitaron pasos de peatones, más controles de velocidad y de aparcamiento indebido.

El edil de Seguridad de Almassora, Roger Beltrán, se comprometió a trasladar a la Policía Local las cuestiones relativas a vigilancia del tráfico y de seguridad en el distrito, mientras que el concejal de Servicios Públicos, Joan Antoni Trenco, atenderá los problemas de emboce de alcantarillado y falta de papeleras.