La Real Sociedad recuperó la fortaleza mostrada desde la llegada de Imanol Alguacil al banquillo y olvidó su traspiés en casa del colista Málaga para doblegar en un gran derbi a un Athletic que tuvo el infortunio de encajar dos goles en propia puerta, ambos de Mikel San José.

El partido, enrarecido por la animadversión que mostró el público de Anoeta a Iñigo Martínez por su apresurada salida en el mercado de invierno al club rojiblanco, empezó dominado por el Athletic, con más sensación que realidad de peligro en sus incursiones para buscar la portería de Moyá, la apuesta bajo palos de Imanol Alguacil.

No lo tenía muy claro la hinchada blanquiazul hasta que llegó el gran favor de San José, en un saque de esquina ejecutado por Canales que el mediocentro vizcaíno introdujo en la portería de Kepa en un intento por sacar el balón del área.

Tampoco Kepa podría hacer nada, en el segundo gol, gestado por las botas de un jugador que va para genio como Januzaj, con una asistencia para Mikel Oyarzabal, para que el joven talento eibarrés marcara su primer gol en los derbis y undécimo de la temporada.

Los donostiarras comenzaron la segunda mitad con la misma mordiente. Un centro de Canales dejó un balón paseándose por el área visitante que entró en la portería de Kepa con ayuda de un desdichado San José.

El equipo bilbaíno se metería en el partido a media hora para el final por una absurda jugada de Llorente que levantó el brazo en toda su extensión en el área local y el balón le pegó en la mano. Raúl García ejecutó con precisión quirúrgica la pena máxima y batió por bajo a Moyá.