La tramitación del Plan General de Castelló continúa avanzando según la hoja de ruta establecida por el bipartito. Aunque no existe un horizonte sobre su aprobación final, lo que marcará un hito histórico tras la anulación en 2008 del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) del PP, la regulación urbanística de la ciudad está un poco más cerca de convertirse en realidad. Ayer, la Junta de Gobierno Local avaló el Plan de Ordenación Pormenorizado (POP), documento esencial y complementario al Plan General Estructural (PGE).

La validación de la versión inicial facilitará que se someta a votación en el pleno ordinario de julio (en concreto, el jueves 26). Con ello, la exposición al público se realizará a partir de septiembre durante 45 días hábiles.

No obstante, la autorización del POP se produce sin haberse resuelto todavía las alegaciones al PGE. Al menos, sin que haya trascendido públicamente la decisión de los técnicos municipales al respecto. Ni siquiera las asociaciones vecinales con alguna reclamación pendiente saben, a día de hoy, si han prosperado o no, como le ocurre a Crèmor, cuyo portavoz, José Roger, se mostró sorprendido por el anuncio del ayuntamiento. «Es verdad que nos han convocado para el próximo martes, pero nadie todavía nos ha respondido», advirtió.

La falta de información sobre la decisión de los arquitectos a propósito de las argumentaciones presentadas por los distintos colectivos al Plan General Estructural no es un tema menor. Dependiendo de si se han incorporado una, dos o ninguna alegación, el POP irá en un sentido u otro.

El PGE es un instrumento básico de ordenación integral del territorio, donde se clasifica el suelo y se determina su uso. El POP, en sintonía con el anterior y a escala barrio, regula la edificación, la urbanización, las actividades y equipamientos. Por eso el primero determina el desarrollo y aplicación del segundo -ambos constituyen el Plan General-.

«Nosotros lo tenemos claro. Si el Plan Estructural no tiene en cuenta nuestra reivindicación de suelo urbano, catalogando la mayor parte del barrio en urbanizable (la extensión alcanza los 220.000 m2), recurriremos a la justicia. Además, hay jurisprudencia a nuestro favor. No entiendo muy bien cómo ya anuncian el plan detallado sin habernos aclarado antes qué ha ocurrido con nuestras alegaciones», subrayó.

En este sentido, el concejal de Ordenación de Territorio, Rafa Simó, pretende reunirse con cada asociación a partir de la semana próxima para clarificar en persona en qué han quedado sus reclamación interpuestas.

Paralelamente a ello, se trabajará con el POP para que su aprobación en la sesión del 26 cuente con la unanimidad de los partidos políticos.

Para la alcaldesa de Castelló, Amparo Marco, el principal objetivo de esta ordenación pormenorizada «es mejorar la calidad del espacio urbano y sus posibilidades de ser utilizado por la ciudadanía como un verdadero espacio de relación vecinal, con una ampliación de la red de dotaciones, un mayor equilibrio en su distribución y el desarrollo de la infraestructura verde urbana».

Protección del paisaje

El Plan de Ordenación Pormenorizada confirma la consolidación de un modelo de ciudad compacta, que apuesta por espacios públicos de calidad y que, entre las principales diferencias con planeamientos anteriores, incorpora la protección del paisaje como un elemento de ordenación urbanística más.

Marco defendió que «no se necesitan grandes desarrollos sino resolver las zonas con déficits de dotaciones y/o espacios públicos o con urbanización incompleta o inadecuada para responder a las necesidades de la población que los habita».

Las declaraciones de la alcaldesa, en la presentación del POP y ante la presencia de la práctica totalidad del equipo de gobierno, tuvieron su parte más técnica con la intervención del citado Simó. Así, explicó que además de la versión inicial también se aprobó ayer el plan de participación pública que incluirá sesiones explicativas abiertas al público y la consulta online y presencial.

El edil de Ordenación de Territorio destacó que la exposición pública «supone una oportunidad para que la ciudadanía pueda enriquecer esta propuesta inicial» y resaltó procesos previos de participación ciudadana, como el de Castelló Ciutat Viva, que acercó el Plan General a los barrios, como claves para la redacción de este documento de planificación urbanística. Simultáneamente igualmente se someterá a consulta de administraciones y entidades, empresas suministradoras de servicios básicos y otros como universidades, asociaciones medioambientales, colegios y asociaciones profesionales.

Simó reiteró que este planeamiento persigue «una mejora en la calidad del espacio público, haciéndolo más amable y accesible, una mayor integración del medio natural con el suelo ordenado que permita una transición en continuidad, así como una interrelación de los usos previstos en los distintos barrios, todo ello con la finalidad de conseguir una ciudad más amable, más personalizada e inclusiva».