La implantación de la docencia en valenciano en la Universitat Jaume I (UJI) está en un momento de estancamiento. Tras un periodo en el que parecía que la lengua propia se iba abriendo paso cada vez más entre el profesorado, lo cierto es que la media docente en valenciano se sitúa en el 20 por ciento. Una cifra que, en algunos casos, se reduce a la mitad. Por ejemplo, en los grados de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Económicas, solo el 9 por ciento del profesorado opta por impartir la clase en la lengua propia.

Así se desprende del informe «Evolució de la llengua de docència» elaborado por el vicerrectorado de Ordenación Académica y Profesorado correspondiente al curso 2016/2017 en el que se detalla el uso del valenciano por parte de los profesores, por facultades y grados. La facultad en la que menos se emplea el valenciano es la de Ciencias Jurídicas y Económicas, especialmente, en los grados de Derecho. Según explica Maties Segura, del Servei de Llengües i Terminologia de la Jaume I, el profesorado suele argumentar que los estudios legales y manuales de uso de referencia están en castellano y, por tanto, «es más cómodo hacer las clases en castellano». «Son pocos los manuales que se traducen al valenciano o se hacen en valenciano. Pero también, en el caso concreto de Derecho, la justicia es uno de los ámbitos más refractario a la introducción del uso del valenciano en sus procesos administrativos habituales, y eso también su reflejo en la enseñanza», añade Segura.

Asimismo, el experto señala que esta circunstancia se expande a la administración de justicia, el registro, las notarías y, cualquier juicio que se celebre en el área lingüística, se celebra en castellano. Con todo, resalta que, cada vez más, «estos estudiantes necesitarán saber valenciano si se quieren integrar en el mundo laboral, sobre todo, si quieren ser funcionarios de la Generalitat Valenciana».

En el caso de Ciencias de la Salud, la docencia en valenciano se sitúa por debajo de la media con un 10 por ciento de profesores que dan clase en esta lengua. La explicación sería, grosso modo, la misma que en el caso del Derecho con el añadido de que, como apunta Segura, si hay profesiones que habría que aumentar la presencia del valenciano «son estas, precisamente, por el contacto con el publico». «Nos sentimos más acompañados si nos hablan en nuestra lengua que si tenemos que hacer un esfuerzo en hablar en otra lengua que no es la propia. Es una manera también de empatizar con los pacientes. Por eso, en medicina también se debería hacer un esfuerzo por mejorar el uso de la lengua», apostilla.

En la Escuela Superior de Tecnología y Ciencias Experimentales la docencia en valenciano es de un 18 por ciento aunque destaca el grado de Ingeniería Agroalimentaria y del Medio Rural con una media superior al 20 por ciento. En otros grados, como Diseño y Desarrollo de Videojuegos, es inferior al ser una carrera muy nueva, y un porcentaje bastante elevado del alumnado es de fuera. Por último, la Facultad de Ciencias Humanas y Sociales es la que más ha afianzando la docencia en valenciano con un 40 por ciento. Principalmente, porque acoge los estudios de magisterio y, como explica Segura, «estos estudiantes son conscientes que les puede tocar hacer clases en valenciano. Nadie comprendería que un maestro no supiera valenciano».

Con todo, los estudios indican que «estamos en un momento de estancamiento» en el uso del valenciano en la docencia y que «lo que hace falta es un impulso», dice Segura. «Nos consta que desde el vicerrectorado de Política Lingüística e Igualdad se está trabajando en la elaboración de un nuevo plan de política lingüística que, esperemos, impulse el uso del valenciano en la docencia. Hace falta ayudar y acompañar al profesorado en todas las necesidades de la docencia. A lo mejor también hace falta establecer un plan específico.

«Si todo se negocia, se hace y hay incentivos para el profesorado y se impulsa la formación y se ve el valenciano como una cosa positiva, de prestigio y, sobre todo, que tiene utilidad social, creo que irá a más. El prestigio del valenciano lo tenemos que conseguir entre todos», concluye el experto del Servei de Llengües i Terminologia de la Jaume I.