La comisión de la Gaiata 18 para la Magdalena 2019 se presentará oficialmente esta noche al pueblo de Castelló. Y al frente de Crèmor está José Antonio Lleó, todo un veterano que, a pesar de su juventud, lleva 16 años como presidente.

Lleó, lejos de sentirse cansado o aburrido, Lleó dice que mantiene la ilusión del primer día y tiene ganas «de seguir luchando por mi sector porque tengo la suerte de contar con una una muy buena comisión con muchas ganas de trabajar y con un vecindario muy colaborador, tanto cuando le pedimos ayuda económica como a la hora de participar en los actos que organizamos».

La principal motivación de Lleó para seguir al frente de la Gaiata 18 es «el tema del monumento, trabajar para superarnos e innovar. Eso es lo que más me estimula». En los últimos 10 años, Crèmor ha obtenido cinco primeros premios a la mejor gaiata, y el objetivo para este año es «quedarnos entre las tres primeras... Bueno, la verdad es que nuestro objetivo es repetir el éxito del año pasado y conseguir el primer premio».

El nuevo monumento gaiatero de la 18 será de corte clásico y totalmente nuevo. El artista será el mismo de los últimos años, que tanta satisfacciones ha dado a Crèmor, Adrián Bernat. «Hay gente que piensa que las gaiatas son todos los años las mismas, pero ninguna se repite, pero deben pensar que nosotros no hacemos monumentos estáticos, como Valencia o Alicante, sino que debemos desfilar por las calles de la ciudad y eso nos impone, a la hora de diseñar la gaiata, unas limitaciones muy grandes».

Desde su llegada a la presidencia de Crèmor, cuyo balances es, según sus palabras, «muy positivo»; el panorama de las gaiatas «ha mejorado considerablemente» y reconoce que, ahora, «contamos con una mayor ayuda por parte de la Junta de Fiesta». El problema principal es el de siempre: «Cuesta mucho incorporar a gente joven a las comisiones de sector y, de hecho, este año hay alguna gaiata que no tiene madrinas y nosotros mismos no tenemos presidente infantil».

El principal obstáculo para llegar a los jóvenes es que la imagen que se tiene en la calle de las comisiones de sector «es que hay mucho trabajo duro, como puede ser hacer socios, repartir el llibret, ir al Matadero a construir la gaiata, asistir todos los sábados al Palau... Encontrar gente cuesta mucho porque se tiene la sensación de que se trabaja mucho, y no es tanto. No todo es trabajo y también lo pasamos muy bien y disfrutamos al máximo de las fiestas. Estar en una gaiata es una forma distinta de vivir las fiestas, ni mejor ni peor, simplemente distinta».