El Villarreal CF puede decir que no tiene nada de suerte siempre que hay un sorteo. Ayer, sin ir más lejos, el submarino entraba en el de dieciseisavos de final de la Copa del Rey y era uno de los siete clubes de Primera División que podían quedar enfrentados a los seis clubes de Tercera o Segunda División B al competir en Europa. Y, para colmo de los aficionados amarillos, fue el único equipo al que no le tocó un rival de ninguna de esas categorías sino que quedó enfrentado con la UD Almería. Las fechas de disputa de esta ronda son 31 de octubre (también 30 y 1 de noviembre) y 5 de diciembre (martes 4 y jueves 6).

El conjunto almeriense se encuentra en plena recuperación tras haber descendido de categoría la pasada temporada. Esta, la 2018-19, no la ha empezado del todo mal y ocupa la octava posición en la clasificación con cuatro victorias, un empate y cuatro derrotas. En el torneo copero llega a esta ronda tras haber eliminado al Reus Deportivo (3-1).

«Es un premio para todos el que vayamos a jugar contra un equipo y un club de la entidad del Villarreal, que está jugando en Europa. Además lleva mucho tiempo entre los mejores de la Liga española y por lo tanto será muy atractivo», reconocía el entrenador del Almería, Fran Fernández. En las filas del cuadro andaluz un futbolista cedido por el submarino, Juan Ibiza, quien habrá que ver si puede disputar la eliminatoria o si, de lo contrario, presenta cláusula miedo.

El partido de ida caerá entre los encuentros ligueros frente al Alavés en Vitoria (domingo 28 a las 18.30 horas) y el del Levante en el Estadio de la Cerámica (domingo 4 de noviembre a las 16.15 horas). Habrá que ver si por entonces el equipo que entrena Javi Calleja ya ha enderezado el rumbo en los partidos que hay hasta entonces o si la competición copera se convierte en una rémora para los futbolistas del cuadro amarillo.