Todos conocen la existencia de las hojas de reclamaciones en establecimientos y servicios públicos pero, quizá, de lo que no son conocedores mucha parte de la población es que también existen las hojas de agradecimiento. Para fomentar su uso, especialmente en los hospitales y centros de salud, la asociación Positivat presentó ayer en la Universitat Jaume I (UJI) de Castelló, coincidiendo con la conmemoración del Día Internacional del Agradecimiento, el Proyecto Gratitud y la campaña informativa «agradece». El objetivo es fomentar el uso de las hojas de agradecimiento en el sistema de sanitario español.

El acto contó con la presencia de la vicerrectora de Estudiantado y Compromiso Social, Inmaculada Rodríguez; el decano de la Facultad de Ciencias de la Salud, Rafael Ballester; la directora general de Investigación, Innovación, Tecnología y Calidad de la Conselleria de Sanidad Universal y Salud Pública de la Generalitat Valenciana, Ana Mª Ávila, y el presidente de la Asociación Positivat, Jesús Pelluch, también antiguo alumno de la UJI y quien ha impulsado la campaña.

En la presentación, Pelluch expuso los beneficios que aporta «al bienestar psicológico» de las personas el expresar el agradecimiento. Porque es ahí, precisamente, en la manifestación de ese agradecimiento, donde radica el rédito personal. Porque, ¿cuándo fue la última vez que dio las gracias a las personas que quiere? «Tenemos muchas personas a las que daríamos las gracias pero, ¿lo hacemos? ¿Lo hemos dicho? El cambio es cuando se dice. Si no lo decimos es como si empaquetaras un regalo y no lo entregáramos», dijo el presidente de Positivat.

El decano de la Facultad de Ciencias de la Salud recalcó la importancia que tiene aprender a valorar el trabajo de los demás y saber expresar gratitud. «El objetivo de esta acción es muy relevante, es esa mirada positiva respecto a lo que hacemos las personas y lo que podemos esperar unos de otros. En el ámbito sanitario es muy importante porque los profesionales, a veces, están muy escasos de reforzadores sociales y este proyecto pone de relieve que las personas damos lo mejor cuando los demás lo valoran y lo agradecen», apuntó. Además, Ballester hizo alusión a la revolución de los derechos del consumidor que tuvo lugar en los años 80 y que puso al paciente como un agente activo. No obstante, «se nos olvidó la otra parte. El papel activo tiene que ser para exigir, pedir, quejarse, pero también para agradecer».

La campaña se centra en el personal sanitario como muestra de reconocimiento al trabajo profesional y personal, sobre todo, en tiempos de recortes donde el sistema ha salido adelante gracias al «esfuerzo», apuntó Ávila. «En el ámbito sanitario hay mucha presión y ha habido muchos recortes, el trabajo sale adelante por el esfuerzo profesional y humano, por lo que, a veces, es necesario pararse a agradecer. El agradecimiento es un refuerzo social importante para el ser humano y te ayuda a ser mejor persona y profesional». En este sentido, presentó algunas cifras de las aportaciones de los ciudadanos a través del Servicio de Atención e Información al Paciente. Concretamente, en 2017 se han registrado más de 13.000 agradecimientos en la Comunitat Valenciana, especialmente en los servicios de Medicina familiar, Medicina interna, ortopédico-trauma, Obstetricia y Cirugía general.

Finalmente, la vicerrectora destacó el ingenio y originalidad del proyecto, «el relevante servicio que presta a la sociedad en un momento en el que es muy preciso retomar valores y comportamientos básicos. Necesitamos que la gratitud, al igual que otros valores como la tolerancia, la prudencia o la confianza, vuelvan a la escena social con el protagonismo que merecen, y que parece que se diluyan en la vida adulta», afirmó.

En la presentación se proyecto un vídeo promocional en el que varias personas daban las gracias a sus seres queridos y a personal sanitario que les atendió y pusieron en valor «porque, ante todo, nos dan salud».