1919. ¿Qué ven ustedes cuando miran a 1919? Otra sociedad, otra época, otra tecnología, seguramente el nacimiento de un mundo que se dio la vuelta en los años 90 y que no parece vislumbrar aún décadas de estabilidad.

No obstante, existen hilos conductivos que enlazan ambos mundos. Personas que conectan ambas sociedades y que miran al pasado para observar el presente. La Caixa Rural de Vila-real y La Cooperativa cumplen 100 años y conscientes de su esencia, su razón de ser y su clara proyección hacía el futuro desde esos cimientos.

Enric Portalés, presidente de la Caixa Rural, asegura respecto a la filosofía de la entidad en un entorno económico como el actual que «es evidente que la globalización, la internacionalización de las transacciones bancarias y la digitalización de la actividad financiera suponen hoy unos retos importantes para las entidades pequeñas, como las cajas rurales. Pero considero que muchos de los principios que justificaron el nacimiento de nuestra Caixa hace cien años, continúan vigentes en la actualidad».

Para Portalés, «la necesidad de una banca próxima, fiable y responsable en la venta de productos comprensibles es tal vez más urgente que nunca, sobre todo, después de lo ocurrido con las desaparecidas cajas de ahorros, que eran unas entidades con las que compartíamos muchos objetivos, como el equilibrio de la riqueza o la repercusión de los beneficios en el entorno. Actualmente somos las únicas entidades financieras que continuamos con la filosofía del bien común, tan de moda en la actualidad, que ya nuestros predecesores inculcaron a principios del siglo pasado».

En este sentido, la entidad sigue vinculada a la ciudad y comparte sinergias con asociaciones e instituciones de la ciudad. «El nacimiento de nuestra entidad estuvo condicionado a la iniciativa de un grupo de jóvenes que pertenecían a la Congregación de Lluïsos, una agrupación que aún hoy acoge a muchos jóvenes católicos de la ciudad. A partir de ese momento, la Caixa ha colaborado con todas las entidades de Vila-real. Empezando con el ayuntamiento, con el cual mantenemos un compromiso de colaboración incondicional. Todas las asociaciones benéficas -Cáritas, Creu Roja, Antonianos, Sant Vicent de Paul, etc., deportivas, con el Villarreal CF a la cabeza, y también con otras agrupaciones más modestas como el Club Natación o el de Atletismo y tantos otros; con la asociación de comerciantes Ucovi; las fundaciones locales, como José Soriano, o nacionales, Manantial; la asociación de Amas de Casa, el Hospital Universitari La Plana; los medios de comunicación locales y provinciales y tantas asociaciones culturales. También querría destacar nuestra colaboración con la Diputación de Castelló, el CEEI».

Compromiso social. La filosofía de la entidad determina el sentido de la organización y entre muchas otras iniciativas, nace Xicaes (Xiquets i xiquetes amb capacitats diferents). Se trata de una respuesta a las demandas de las familias afectadas que tienen que buscar soluciones a sus necesidades en diferentes instituciones y, a veces, en diferentes localidades. La Fundación ha creado en el Centro Social un espacio que reunirá los servicios profesionales para la necesaria atención educativa, logopedia, psicología, fisioterapia, etc., en una misma ubicación que también servirá para practicar varias actividades lúdicas y de socialización.Un proyecto nuevo para la ciudad que ayudará, sin duda, a la normalización de un colectivo, los niños y niñas con capacidades diferentes, que tienen que encontrar su espacio en una sociedad que quiere ser inclusiva y solidaria.

El proyecto se ubicará en el Casino que alberga en la actualidad a gran parte de las asociaciones deportivas, culturales y religiosas de la ciudad, y les proporciona un espacio inigualable (por sus instalaciones, por su ubicación) para el desarrollo de sus actividades.

Identificada con la ciudad de Vila-real, la historia de Caixa Rural está ligada de manera incuestionable a Vila-real. «La mayoría de los hitos [apunta el presidente] que hoy definen nuestra ciudad se deben a la iniciativa de la Caixa o a su colaboración. Desde la creación de economatos para paliar las dificultades de aprovisionamiento debidas a la I Guerra Mundial a la más moderna instalación de un centro empresarial de referencia como Efecte Vila-real. Desde la apertura de centros de formación básica para los agricultores o sus hijos a la participación decidida en la compra de terrenos para la construcción del primer instituto de enseñanza media».

La cooperativa. Fundada el 30 de enero de 1.919, hace 100 años con el nombre de Sindicato Agrícola Católico, la entidad nació «ante la imposibilidad de poder adquirir maquinaria, abonos, plantas… y demás productos para sus huertos, los ciudadanos de Vila-real se asociaron en un sindicato, que después de casi 100 años, seguimos solucionando las diferentes necesidades de nuestros socios y clientes», como apunta el presidente de la entidad, Juan José Ortells.

Al igual que la Caixa Rural, la Cooperativa está totalmente implicada en la sociedad de Vila-real, y en la de la comarca de la Plana Baixa. «Ayudamos a todas las asociaciones que nos lo solicitan, cediendo nuestras instalaciones como es el caso de la Cruz Roja y la Juventud Antoniana, o colaborando estrechamente con Caritas aportando alimentos y ayudas económicas», indica Ortells.

Por lo que respecta a la juventud, la Cooperativa tiene convenios de colaboración con la UJI, IES Miralcamp, el Colegio Público de Educación Especial La Panderola y la Universidad Politécnica de Valencia por el cual sus alumnos realizan sus prácticas en la Cooperativa.

También colabora con la Fundació Tots Units, con el convenio de colaboración en materia de prácticas profesionales no laborales, como una actuación para facilitar la mejora de empleo de las personas en situación de desempleo.

La Cooperativa cede además parte del fondo de formación y promoción cooperativo a la Fundación Caixa Rural Vila-real, donde se integran actividades sociales con valores cooperativos y asistenciales, compartidos por las dos entidades.

El Casino. Tanto la actividad agraria de la Cooperativa como la de Vila-real, se fomentó en las recordadas tertulias y reuniones de agricultores, donde se vendía la cosecha de los campos de los socios o bien se contrataba el personal para la recolección o la labranza de los huertos.

«Hoy en día la globalización, los avances tecnológicos, la comunicación y casi todo ha modificado la forma de operar de los socios», indica, , pero el Casino se ha adaptado para seguir ofreciendo sus servicios a nuestros socios, no sólo como centro de ocio, también como espacio referente de celebración de nuestras asambleas generales, espacio donde realizamos nuestra formación a los socios en todos los ámbitos, espacio cultural y deportivo».