José Miguel Garrido asume todas las responsabilidades ahora que el club se juega su futuro en lo deportivo y dejó claro que «si se equivoca alguien aquí, ese soy yo». El máximo accionista del Castellón no quiso entrar en detalles e insistió varias veces en que los análisis y las decisiones se tomarán una vez haya finalizado el campeonato y se haya «salvado la categoría». «Es muy bueno aprender de los errores. Este año se han cometido y somos conscientes de ello, pero ese análisis llegará cuando hayamos salvado la categoría», señaló.

Garrido no ocultó que tanto él como el cuerpo técnico y los jugadores «nos jugamos mucho»: «Los jugadores sienten lo que está pasando y son conscientes de que está siendo una temporada desastrosa para sus intereses. Lloran en el vestuario y están cabizbajos cada vez que se pierde un partido... Se juegan su futuro porque esto es su trabajo y lo sienten. Igual que el entrenador, que desde que llegó aquí no ha vuelto a casa a ver a su familia, no duerme muchos días... Esa implicación es la que me hace confiar».