Castelló parece destinada a vivir pegada a la costa. Y mientras la población se desplaza hacia el litoral, el interior se muere. Apenas el 20% de los habitantes de la provincia reside en los pueblos más alejados de la playa, unos municipios sin empresas, ni bancos, ni tiendas y que ven como sus calles se van quedando vacías. También lo hacen sus escuelas y sus parques. Porque en una de cada diez localidades de Castelló ya no se ven niños correteando detrás de un balón ni carritos con bebés. Incluso, hay que hacer memoria para recordar cuándo fue el último bautizo.

En 14 pueblos no nace un niño desde hace, al menos, cinco años. Lo dice el Instituto Nacional de Estadística (INE) que, con datos del padrón del 2018, refleja como la caída en picado de la natalidad se ceba especialmente con las comarcas más despobladas. Y la situación va claramente a peor. Hace veinte años, las localidades sin menores de entre 0 y 5 años eran apenas tres. Pero es que, además, en otra treintena de pueblos los menores de cinco años pueden contarse con los dedos de una mano. Sí, así como lo leen.

Pavías, en la comarca del Alto Palancia, es una de las 14 localidades de Castelló sin niños pequeños. Tiene empadronados a 62 vecinos y el más pequeño de todos ha cumplido ya los siete años. «La suerte es que aún tenemos algunos niños en edad escolar. En el pueblo ya no hay colegio, pero un taxi les lleva todos los días a Jérica», apunta su alcaldesa, Mari Carmen Vives.

En Pavías los niños son un bien de lo más preciado y, en Benafer o Zorita la situación es exactamente la misma. Y no son los únicos. Castell de Cabres, Forcall, Fuente la Reina, Torralba o Villores son otros ejemplos de pueblos donde no nace un niños desde hace un lustro. En Benafer, de 156 habitantes, ninguno tiene menos de cinco años. «La pérdida de habitantes es constante. Es un problema muy difícil de solucionar», reflexiona Juan Ramón Ruiz, el alcalde de la localidad.

Frenar la despoblación no parece sencillo, pero a los alcaldes se les occuren un puñado de ideas. Las primera es una bajada generalizada de impuestos. Las comunicaciones son otra de las claves, según apuntan varios alcaldes, ya que hay tramos de carreteras secundarias en muy mal estado.