Los ecologistas denuncian la masificación en las zonas de baño de los Serranos
Lamentan la gran cantidad de basura acumulada en los parajes y piden que se limite el número de visitantes permitido
Miles de valencianos y visitantes han huido durante las últimas semanas de calor -sobre todo durante la entrada de agosto- hacia las playas. Pero también ha habido un nutrido grupo de ciudadanos que ha optado por el agua dulce en los parajes y playas fluviales aptos para el baño del interior valenciano. Ecologistas en Acción ha dado buena cuenta de ello y ha denunciado la «saturación» que han sufrido estas zonas de la comarca de Los Serranos, lo que, según lamentan, provoca un gran impacto en ecosistemas de un alto valor ecológico.
Los activistas, después de haber visitado las áreas recreativas de Pedralba, Bugarra, Gestalgar, Chelva y Tuéjar en su campaña «Buenos usos del agua», han advertido mediante un comunicado de que «las zonas de baño han sufrido un gran incremento de visitantes respecto a años anteriores». Esta evolución -la cual atribuyen a las campañas de publicidad que se han hecho de estos lugares- supone un gran problema: el gran volumen de residuos que dejan los visitantes.
«Se acumulan grandes cantidades de colillas a lo largo de las zonas de baño. Los residuos quedan esparcidos por el entorno...», aseguran. No obstante, valoran que «los servicios de limpieza que ponen los ayuntamientos están haciendo grandes esfuerzos en el mantenimiento de estos espacios», aunque insisten en que éstos «no son suficientes».
Pero Ecologistas en Acción no solo denuncia los problemas generados por los residuos, sino también los referentes al riesgo de que se produzcan incendios o a la ordenación de la zona. «Vimos los paelleros abiertos, un riesgo de incendio innecesario en esta época de altas temperaturas», critican.
En este sentido, la entidad ecologista señala que «las situaciones más alarmantes» las vivieron en el Azud de Tuéjar y la Playeta de Chelva. Según narran, el número de visitantes superaba los 500 en cada zona, y el poco espacio para aparcar y la falta de orden en los «parkings improvisados» llegó a provocar que los servicios de emergencia «tuvieran series dificultades para acceder a socorrer una persona en la Playeta».
Un reclamo del turismo rural
Estas áreas recreativas y de ocio, precisamente, se han convertido en los últimos años en uno de los principales reclamos turísticos de los municipios del interior valenciano. Su éxito, a la vista del número de visitantes que reciben según Ecologistas de Acción, es evidente. Además, año tras año, los ayuntamientos y la Diputación de València realizan distintas inversiones para tratar de que estas áreas estén adecuadas para la recepción de turistas.
Sin embargo, para Ecologistas en Acción, estos esfuerzos no son suficientes ante el volumen de visitas que han recibido en las últimas semanas. «No se puede promocionar un destino turístico si previamente no se dota de los recursos y medidas necesarias para su cuidado y conservación. De lo contrario, acabaremos perdiendo estos paraísos naturales: las zonas de baño de interior», concluye la entidad ecologista, que reclama un mejor mantenimiento de estas áreas y emplaza a las distintas autoridades a que «actúen con urgencia» y limiten la cantidad de visitantes permitidos.
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