Levante-EMV, Valencia
La Confederación de Organizaciones Empresariales de la comunidad Valenciana (Cierval) exigió ayer al Gobierno central que mantenga, asuma y desarrolle las competencias en materia agua y abandone la cesión de derechos a las autonomías, pues de los contrario, «la inseguridad jurídica afectará al desarrollo rural y económico de zonas más deficitarias como la Valencia»
El presidente de la Cierval Rafael Ferrando, afirmó también que la próxima semana o la siguiente esperan reunirse con el delegado del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Antoni Bernabé, para pedirle que se ejecuten las dos tomas del trasvase Júcar-Vinalopó, de forma que primero se termine la de Cortes de Pallás y «simultáneamente» empiecen los trabajos para la del azud de La Marquesa, en Cullera.
Por su parte, el presidente de la patronal alicantina, Joaquín Rocamora, reclamo del Gobierno que finalice los compromisos de obra «ya adquiridos», como es el caso del trasvase Júcar-Vinalopó y que no ceda ante presiones de carácter regional.
Tras una reunión del Comité Ejecutivo de la Confederación de Organizaciones Empresariales de la Comunidad Valenciana (Cierval), Rafael Ferrando explicó que el informe realizado por la Comisión del Agua de la confederación se «ha hecho propia» por la dirección, que «ha llegado al convencimiento de que las dos tomas han de llevarse a la práctica».
No obstante, resaltó que este doble trazado «pasa por la no paralización de las obras que están comprometidas», lo cual, según dijo, está «creando inseguridad jurídica». Así, Ferrando destacó que «hay que llevar a la realización y finalización el trasvase Júcar-Vinalopó tal y como está previsto y después simultáneamente empezar ya los análisis y las conducciones para llevar hasta la Marquesa esta misma canalización».
En este sentido, insistió en que es «importante que el que lo que está jurídicamente contratado no se vea afectado por cambios políticos cuando estos se producen», ya que, en su opinión, «esas inseguridades no son buenas para el mundo empresarial».
Ferrando apuntó que cualquier país europeo desarrollado «tiene ya desde hace años sistemas de transferencias hídricas entre sus cuencas que permiten el suministro a toda la población».
