Aunque todos los aguas de las capitales españolas son perfectamente aptas para el consumo, lo cierto es que, según un estudio realizado por los laboratorios Sigma, la mayoría de ellos podría mejorar notablemente su calidad y reducir los niveles de compuestos potencialmente cancerígenos. A tenor de los datos de este estudio publicado por ´Interviú´ y recogido por OTR/Press, los En el umbral de la potabilidad se sitúan tres ciudades: Valencia, Ciudad Real y Zaragoza.

En esta última, sede de la Exposición Universal el próximo año, están intentando mejorar la calidad de su agua para lo que han invertido 33 millones de euros en un plan de mejora de la gestión de la calidad del agua, según aseguro un portavoz del Ayuntamiento, que también denuncia que la capital maña "sufre todos los malos usos del Ebro aguas arriba.

Y la mala calidad del agua del grifo revierte en millonarios beneficios para las empresas de agua embotellada. Así, y según los datos de la Asociación Nacional de Empresas de Agua Embasada, el consumo del líquido elemento embotellado creció durante el pasado año un 5 por ciento, hasta superar los 5.700 millones de litros, con la Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha, Cataluña y Aragón como las comunidades autónomas donde se consume más agua de la que llamamos mineral.