Levante-EMV, Valencia

Sería como si los molinos que soñó Cervantes cobraran vida realmente, tuvieran ojos y supieran cuándo detener el movimiento de sus brazos para evitar que más aves muriesen a sus pies. Varios investigadores del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) trabajan en un sistema para captar la presencia y dirección de las aves en el entorno de los parques eólicos. El objetivo está claro: evitar que continúe la mortandad de aves que quedan destrozadas al chocar contra las palas y mástiles de los aerogeneradores.

El proyecto, que se realiza en colaboración con la Fundación Migres, permitirá detectar las aves a unos 750 metros, lo que dará margen suficiente para que el aerogenerador reduzca la velocidad de giro de las palas. Este dispositivo, publicado ayer por El Mundo, podría reducir de manera considerable las cifras anuales de aves muertas.

El norte de Castelló es, precisamente, una de las zonas en las que más afecta la presencia de los parques eólicos a este tipo de especies. Francisco González, portavoz en Castelló del grupo ecologista Gecen, cifró en alrededor de 250 el número de buitres leonados abatidos desde que se instalaron los parques eólicos en las comarcas del norte, en octubre de 2006.

"Mala planificación eólica"

Actualmente, la conselleria mantiene paralizados cuarenta aerogeneradores, aunque la Fiscalía propuso hace unas semanas al juez que detuviera la actividad de todos los molinos -unos 120- de la zona 3 del plan eólico, que afecta a los municipios de Els Ports y l'Alt Maestrat. Cabe recordar que el pasado octubre, tras una denuncia del Gecen, el fiscal remitió al juez una denuncia contra cuatro cargos de la Conselleria de Medio Ambiente y la empresa Renomar -que explota los parques-, a los que responsabiliza de la muerte masiva de buitres leonados y otras aves.

Francisco González, el portavoz ecologista, recibió de forma positiva la investigación en proyectos para reducir la mortandad. Pero afirmó que "hay una realidad", y lo que hay que hacer es "tomar medidas de precaución hasta que funcionen" estos dispositivos porque una energía limpia "no puede estar manchada de sangre".

Para González habría que afrontar gastos para evitar estas muertas y todo deriva de una mala planificación eólica, ya que no se han buscados los lugares apropiados. "La conselleria es un actor fundamental en esta situación: causa problemas a nivel medioambiental y cuando trata de solucionarlos, genera problemas de tipo económico", concluyó González.