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El sistema definitivo de refrigeración de un edificio tan monumental como el Ágora diseñado por Calatrava aún no está instalado y según fuentes conocedoras del proyecto tampoco se instalará antes de la celebración del Open 500 de tenis que tendrá lugar en noviembre.
Los promotores del torneo tenístico tendrán que instalar su propio sistema de aire acondicionado adaptado a las características de la tarima provisional sobre la que se jugarán los partidos. Según fuentes conocedoras del proyecto, el equipo de Calatrava todavía no había iniciado la fase de instalación de la climatización, con parte del sistema empotrado en el suelo, cuando se planteó la colocación de la tarima provisional para el tenis y la instalación definitiva de la refrigeración quedó aplazada a después del torneo. Los promotores del tenis ya cuentan con una empresa subcontratada que se encarga exclusivamente de la climatización para garantizar las temperaturas concretas que exige la Asociación de Tenistas Profesionales (ATP) para la celebración del evento.
Las mismas fuentes señalaron que se trata de una climatización muy compleja. El edificio tiene una altura de 88 metros y dotarlo del sistema adecuado que enfríe como corresponde todo el Ágora es complicado.
La propia organización del torneo de tenis está obligada por la ATP a acondicionar las instalaciones y dotarlas de calefacción y aire acondicionado, según confirmaron ayer a este periódico fuentes de la misma.
