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Acció Ecologista-Agró ha rechazado la intervención de la conselleria de Medio Ambiente en el parque natural de Penyagolosa asegurando que la talas que se están ejecutando desde la semana pasada para controlar la plaga de muérdago "son excesivas" y afectan a ejemplares "aparentemente sanos" de Pinus silvestris.

Por el contrario, desde la conselleria de Medio Ambiente no solo se rechazan estas acusaciones, sino que consideran imprescindible e "inaplazable el saneamiento de la masa forestal de Penyagolosa mediante un plan a diez años vista que contó con el apoyo de la Junta Rectora del Parque. La conselleria afirma que lo "inmediato" es retirar los árboles más dañados que ayudan a propagar el muérdago y que todos los pinos abatidos tienen un nivel de infestación de 4 ó 5 sobre un máximo de 5.

Eduardo Pérez-Laorga, responsable del departamento de Sanidad Forestal de Medio Ambiente, ya alertó en 2001 sobre el "anormal" desarrollo del muérdago en los bosques de Penyagolosa. Ahora cree que no solo Penyagolosa está en situación de riesgo, sino toda la masa forestal del interior de Castelló, desde Segorbe hasta Zorita.

"El inventario de 2001 ya daba un porcentaje de pinar afectado por muérdago del 7% y que ascendía al 15 y al 45% en determinadas zonas y especies-pinus silvestris, fundamentalmente- y el problema ha ido a más", recordó. Sobre las causas existen todavía muchas incertidumbres. "Nadie sabe exactamente qué ha pasado, porque muérdago ha existido siempre, pero en los últimos 15 o 20 años la expansión ha sido muy grande, probablemente por el abandono de los aprovechamientos forestales. Se corta poca madera y no hay apenas usos para el muérdago", añade Pérez-Laorga.

En otras regiones algunos investigadores atribuyen al aumento de la población de túrdidos (tordos), que se alimentan del fruto blanco de la hembra del muérdago, la expansión de esta especie. Por eso, el plan a diez años de la conselleria incluye la plantación de matorrales con fruto para proporcionar un alimento alternativo que no contribuya a incrementar

Mientras, un estudio realizado por investigadores del Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA), incidía también en la presencia de hongos parásitos del pino como factor coadjudante y recomendaban una intervención humana con corta de matas y eliminación de árboles afectados.

Juan Ponce, de Acció Ecologista-Agró y biólogo, aseguraba tras una inspección realizada el pasado domingo que la tala iniciada en Penyagolosa tiene "dudosa justificación científica" y que se están derribando docenas de árboles "en buen estado". "El proyecto pretende talar miles de pinos con la escusa de eliminar ejemplares muy debilitados o muertos, pero los que han abatido hasta ahora no coinciden con estás características", denunció.