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La boda de El Bigotes se había celebrado por todo lo alto entre invitados de postín en 2008, y el bautizo de la primera hija de Álvaro Pérez, el 7 de febrero de 2009, no iba a ser menos. Así estaba previsto. Según revelan las conversaciones telefónicas conocidas en la parte del sumario destapada ayer, el jefe de Orange Market esperaba que acudieran a la ceremonia el vicepresidente del Consell Vicente Rambla, el secretario general del PP valenciano, Ricardo Costa, la mujer del presidente Francisco Camps, Isabel Bas, y el director general de RTVV, Pedro García.

De este modo se lo comunicó El Bigotes a su jefe de la trama en Madrid, Francisco Correa. La conversación que sigue es del día 4 de febrero a las 12.16 horas.

—F. Correa: ¿Quién va más? ¿Va Vicente Cotino?

—Á. Pérez: No, Vicente Cotino [sobrino del actual vicepresidente Juan Cotino] está fuera de España. Viene Rambla, viene Ricardo Costa, viene Pedro, la mujer del presi sola.

—F. Correa: Así que Rambla va también, ¡joder!

Estos eran los planes tres días antes del bautizo, que se celebró en Barcelona el sábado día 7. Sin embargo, el registro judicial ordenado por Garzón un día antes de la ceremonia desbarató la previsión. El caso Gürtel había estallado y Álvaro Pérez no era un buen árbol al que arrimarse. Así lo entendieron todos los altos cargos del PP. Pero es que, además, El Bigotes quiso allanarles el camino. En una conversación mantenida un día antes del bautizo entre Álvaro Pérez y Pedro García, director general de RTVV, El Bigotes le dice:

—Me gustaría que hablaras con Vicente [Rambla], y que esté tranquilo, que si quiere que no vaya mañana a esto de Martina [el bautizo de su hija]. (...) Sí, háblalo también con Ricardo [Costa]. Diles por favor que estén tranquilos, que lo entiendo, pero que estén tranquilos. Y que no vayan a lo de mañana, y a ti te digo lo mismo, Peter. [Álvaro le dice que no vaya mañana al bautizo de su hija en Barcelona].

En efecto, ni Rambla ni Costa ni la esposa de Camps —que sí fueron a la boda de El Bigotes celebrada en Valencia— asistieron al bautizo de Barcelona. De los altos cargos valencianos sólo acudió Pedro García. Y no sólo como invitado. El padrino previsto, Francisco Correa, estaba detenido por orden del juez Garzón y no pudo asistir a la ceremonia. Y Álvaro Pérez decidió convertir en padrino improvisado al entonces director general de RTVV. Ya en aquella ceremonia se comenzó a evidenciar el vacío institucional en público que los dirigentes del Consell y del PP hacían a Álvaro Pérez, jefe de la pata valenciana de la trama Gürtel.