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Zapatero apela al "interés general" para justificar los recortes sociales

El presidente rechaza en Elx "bandazos" en su política económica durante un discurso sin mención a Gürtel Emplaza a salir a la calle para explicar el duro ajuste y cree que la gente lo "entenderá"

??A Zapatero no le quedaba otra salida que intentar contraatacar. Necesitaba insuflar un balón de oxígeno para alimentar la respiración asistida que "aguanta" a los socialistas, en estado de "shock" tras un recorte social que les pone contra las cuerdas. El presidente del Gobierno eligió Elx, el último gran feudo socialista de la Comunitat Valenciana, para reaparecer después de verse obligado a aplicar un duro "tijeretazo" a los funcionarios, un bocado a las prestaciones sociales y un recorte a la infraestructuras. Y se aplicó a fondo en la estrategia: apeló al interés general para justificar las restricciones en el gasto, cargó contra el PP por no haber defendido nunca los derechos sociales y emplazó a la desanimada tropa del PSOE a salir a la calle a defender unas medidas que, dijo, no significan cambiar de rumbo sino que son una necesidad para "garantizar la prosperidad" en el futuro.

Ante un auditorio de 4.000 militantes y cargos municipales de toda España que llenaban -hacía mucha calor aunque no hubo "reventón" de público- el Pabellón Miguel Hernández de la Universidad de Elx, Zapatero se centró en la crisis económica que atenaza su futuro político y amenaza, a un año de las elecciones municipales y autonómicas, las expectivas de alcaldes y barones territoriales del PSOE. Es su preocupación. Salvar los muebles. Hasta el punto que en la Comunitat de Francisco Camps no aludió ni una sola vez, en una intervención de tres cuartos de hora, los efectos del caso Gürtel. Tampoco citó a Jorge Alarte, secretario general del PSPV. Sí a Leire Pajín. Acompañado de las dos cabezas del socialismo valenciano, Zapatero entró en el recinto cuando pasaban 25 minutos de las doce del mediodía. Le aplaudieron pero, como durante el resto del acto, no se notó entusiasmo. Había más resignación que empuje.

Alejandro Soler, alcalde de Elx y muy en su papel de maestro de ceremonias, se encargó de darle la bienvenida. "Es el momento de los valientes", espetó el también vicesecretario general del PSPV desde la tribuna. Zapatero tenía claro el guión. Y apenas lo varió. Sólo unas frases para felicitarse por los últimos "golpes"a ETA que, vaticinó el presidente del Gobierno, está en su "declive final". A partir de ahí, el líder socialista se dedicó, en tono pedagógico pero por momentos hasta vehemente, a aleccionar a sus huestes. "Tenemos que explicar las medidas a los ciudadanos", emplazó en varias ocasiones. Era el sitio y el momento. En el auditorio había alcaldes y ediles socialistas de toda España. Es decir, los agentes locales del proyecto socialista. "Me interesa explicar la crisis más grave que hemos sufrido en los últimos 80 años [...]. Y las medidas para disponer de una economía más sana y productiva de aquí a veinte años", subrayó.

Zapatero puso encima la mesa un argumentario completo para rebatir punto por punto las críticas. ¿Recorte de los sueldos de los funcionarios? Perderán ingresos en función de lo que cobran. Así lo que más perciben aportarán más. ¿Revisión del gasto social? Sólo se reducirá, dijo Zapatero, el 1,5% de las partidas sociales cuando, desde que los socialistas gobiernan, se han incrementado en un 50%. Con las autonomías, el recorte sólo afectaría al 0,5% del gasto previsto. ¿Desempleados y pensiones? Hay más cobertura que nunca a los que tienen trabajo y las pensiones más bajas se han incrementado desde 2004 en un 49%. ¿Dependencia? "Ahora le dedicamos 4.000 millones, cuando yo llegué no había nada. Para reducir, primero hay que poner recursos", apuntó el presidente que también citó el respaldo a las familias con los permisos de paternidad o el aumento en un 46% en las viviendas protegidas. Insistió en que habrá más impuestos para las grandes fortunas pero siguió sin aclarar ni cuándo ni cómo lo aplicará.

"Ese es nuestro balance en política social", subrayó el presidente que, en varios ocasiones, emplazó a los socialistas a ofrecer respuestas en la calle, convencido, matizó, de que la sociedad española entenderá la decisión "si se le explica, si se le habla claro". "No hay ni cambios ni bandazos", clamó con enorme contundencia. No habló, por ejemplo, del futuro de las infraestructuras pese a que, esta misma semana, Alejandro Soler rechazaba de plano cualquier retraso del AVE a Elx. Desde Ferraz, garantizan que no habrá demora en el tren a Alicante pero Zapatero no lo citó.

Convencido de que las medidas "trazarán el rumbo para sacar a España de la crisis" con un duro ajuste "necesario" y de "interés general", el presidente se envalentonó y fue contra el PP. Evitó los casos de corrupción que salpican a los populares y atacó con la economía, sobre el papel, el talón de Aquiles que ahora lastra a los socialistas. "No acepto ninguna crítica de aquellos que no se acordaron medidas sociales ni ayer ni hoy ni mañana", cargó Zapatero contra el PP que, no obstante, admitió el coste electoral -"las medidas hay que tomarlas anteponiendo el interés de España a los votos", vino a decir- a un año de las municipales y autonómicas.

Leire Pajín pide confianza en España

La secretaria de Organización del PSOE, Leire Pajín, aseguró en su intervención que "la altura de miras y el sentido de Estado de el PSOE" unido a "su saber estar junto a la gente y dar la cara y escuchar a las personas que peor lo pasan en los momentos difíciles, es la mejor garantía de el PSOE sacará a España de la crisis". "Para ganar a la crisis, para estar junto a los que peor lo están pasando y para construir una economía más fuerte e innovadora en el futuro, hay que tener confianza y convicción", aseguró Pajín, quien pidió "confianza en España, a los emprendedores, a los que han tenido que bajarse el sueldo para mantener el empleo, a los servidores públicos y a los trabajadores". levante-emv elx

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