Unas 1.000 hectáreas entre viñas, olivos, almendros y cereal sufrieron daños de distinta consideración como consecuencia de la tormenta con pedrisco que afectó a parajes de Requena y su pedanía de El Rebollar y a Siete Aguas, en la tarde del pasado martes. En las parcelas de viña más dañadas podría haberse perdido hasta el 50% de la próxima cosecha de uva, según cálculos de la Unión de Agricultores.

El fenómeno tormentoso fue de corta duración, pero en algunos momentos las piedras llegaron a caer "en seco" provocando severos daños.

Desde que se inició el actual ciclo vegetativo de las vides, en la comarca Requena-Utiel se han registrado tres tormentas importantes de piedra que han dañado más de 10.000 hectáreas de viña.

La inmensa mayoría de los viticultores afectados por los siniestros no había contratado las pólizas del seguro agrario de uva para vino, según dijeron fuentes del sector.

Más tormentas y ambiente fresco

Ayer volvieron a repetirse las tormentas en el interior de Valencia y en la propia capital, aunque a media tarde fueron desplazándose hacia el norte de Castelló, donde fueron más importantes. Las cantidades recogidas fueron mínimas -en Valencia no llegó a un litro- a excepción de en Sagunt, donde se midieron 11 litros por metro cuadrado. Hoy se espera un ligero repunte de las temperaturas y la aparición de nubes de evolución que aparentemente no dejarán precipitaciones. En la tarde del viernes vuelve el riesgo de chubascos en el interior con máximas permanecerán sin cambios.

Para el sábado, la Agencia Estatal de Meteorología refuerza el riesgo de que se produzcan chubascos que pueden ser localmente moderados y llegar hasta el litoral. Una entrada de aire frío anticipada en algunos modelos meteorológicos puede traer un ambiente frío