Nueve víctimas de la dictadura franquista han sido exhumadas de una fosa común localizada en un cementerio parroquial de Albalat dels Tarongers. Después de dos meses de trabajos y excavaciones, el equipo de arqueología y bioantropología del Grupo Paleolab ha exhumado los restos óseos de los nueve represaliados, ejecutados por la Guardia Civil en 1947.

Esta exhumación, subvencionada por el Ministerio de Presidencia del Gobierno, forma parte del proyecto de "Recuperación de desaparecidos y represaliados por el franquismo durante el periodo guerrillero" que dirige la Oficina de Desaparecidos de la Asociación de la Gavilla Verde. Fuentes de dicho organismo apuntaron que en lo que va de año se han podido recuperar los restos de 17 desaparecidos.

De hecho, ésta es la segunda excavación de este tipo en una fosa común valenciana, después de que a finales de marzo concluyeran los trabajos de exhumación de ocho represaliados enterrados en el cementerio municipal de Benagéber.

Manuel Polo, director de Paleolab, explicó que los trabajos de exhumación comenzaron la primera semana de mayo y quiso agradecer el apoyo de la parroquia de Albalat dels Tarongers, ya que "sin su autorización no hubiera sido posible seguir adelante".

La localización de la fosa en el cementerio fue posible gracias a los certificados de defunción, inscritos en el libro del Registro Civil de 1947. En todos los casos constaba como causa de la muerte "disparos de fuerza de la Guardia Civil".

"Fue un reto importante, sabíamos que estaban enterrados en el cementerio de Albalat, pero la localización exacta de la fosa no se sabía y tuvimos que realizar cinco catas muy amplias", argumentó Manuel Polo. La fosa común tenía apenas dos metros de longitud y un metro de ancho, donde estaban apilados de forma lateral los nueve esqueletos. En la fosa los arqueólogos también hallaron munición correspondiente al arma reglamentaria de la Benemérita en 1947.

Esta fosa común extrajudicial fue ocultada por las autoridades y las muertes quedaron instruidas como una supuesta fuga de los represaliados, como se observa en el croquis elaborado por la Guardia Civil en el atestado judicial.