A pesar de aparecer en el centro de las investigaciones en el caso Brugal como el empresario que supuestamente iba a verse favorecido de que el vertedero comarcal fuera a una finca de su propiedad, Ángel Fenoll sigue siendo el principal beneficiado también aunque el concurso haya quedado paralizado por la investigación. Y es que mientras los juzgados diriman los presuntos delitos de extorsión, cohecho y tráfico de influencias que sobrevuelan a la adjudicación del Plan Zonal y la recogida de basuras de Orihuela (lo cual se demorará años, porque a este caso le queda un largo recorrido en los tribunales) al menos 300.000 toneladas anuales de basura de la Vega Baja continúan llevándose de forma «provisional» al vertedero de Proambiente, propiedad de Fenoll, situado entre La Murada (pedanía oriolana) y Abanilla (Murcia). Un vertedero rodeado a su vez de irregularidades —nunca ha estado claro en cuál de los dos términos se sitúa o cuál es la capacidad real de los vasos— pero que es el único que existe para la Vega Baja (excepto algún pueblo, que lleva sus basuras a Crevillent) y un área de la Región de Murcia.

Es más, hace unas semanas se conocía la sentencia del juzgado contencioso-administrativo número tres de Alicante que declara nula la adjudicación por parte del Consorcio del Plan Zonal (en el que están representados los ayuntamientos de la comarca y la Diputación, en la persona de Joaquín Ripoll). Este órgano decidió en enero de 2008 que la UTE Cespa-Ortiz construiría el vertedero comarcal en Torremendo, y no en la primera parcela prevista (Lo Cartagena), sino en otra, propiedad de Fenoll (La Pistola). La jueza obliga ahora a que la ubicación sea Albatera, pues esa era la que eligieron los técnicos (es precisamente otra de las ofertas de la misma UTE, participada por el empresario Enrique Ortiz, también detenido en el marco del caso Brugal). Algo tendrá ahora que decir, por su parte, el Ayuntamiento de Albatera, que podrá recurrir.

Incluso en este caso —sin necesidad de acudir a las supuestas tramas que involucran hasta al presidente de la Diputación y aunque el vertedero ya no vaya a su finca— el empresario sigue obteniendo beneficios, puesto que las basuras siguen yendo a Proambiente. De hecho, ni siquiera hay explicación oficial hasta la fecha de por qué no se ha comenzado a construir ese vertedero en Torremendo estando resuelta hace dos años y medio la adjudicación. El mero hecho de que su construcción esté paralizada es ya un grave problema para la Vega, que algo tiene que hacer con su basura.

Adjudicación

De forma paralela a este Plan Zonal se ha venido desarrollando la adjudicación de la recogida de residuos sólidos urbanos y la limpieza viaria en Orihuela, una historia con un recorrido de dos décadas. En 1992 el Ayuntamiento adjudicó estos trabajos en la zona de Orihuela Costa a Colsur (la empresa de Fenoll) por un año, aunque los servicios se prestaron mediante prórrogas hasta 2008 de una forma que la oposición ha tildado de «ilegal» en muchas ocasiones.

En 2005 se convocó un concurso, pero fue declarado desierto en diciembre de 2007 por el equipo de Mónica Lorente cuando ésta llevaba medio año en la alcaldía (después de ganar con una campaña electoral pagada por Fenoll, según revelan ahora las escuchas telefónicas de la policía). A esa primera convocatoria se presentó también Colsur, y supuestamente Fenoll «reventó» el concurso cuando se enteró de que quedaría tercero.

Así, en marzo de 2006 sacó a la luz conversaciones grabadas en las que se decía que todo estaba amañando con la connivencia de ediles municipales: Las transcripciones hablaban de que Urbaser pagaría millones de pesetas a políticos, y el edil de Centro Liberal Jesús Ferrández decía: «Lo mejor sería que se quedara desierto», a lo que Fenoll respondía «si ponemos los medios, Urbaser no se lo lleva».

Por su parte, Urbaser logró en julio de 2009 que el juzgado de lo contencioso número 1 de Elche estimase íntegramente su recurso a la decisión del pleno de paralizar aquel concurso. La jueza le reconoce «el derecho a ser la adjudicataria», pero lo cierto es que el contrato no lo tiene. Muy al contrario, este proceso en el juzgado no paralizó que se convocara un segundo concurso y que se adjudicara en septiembre de 2008. Resultó escogida una UTE formada por Sufi, Liasur y Gobancast. Con todo, la investigación policial ha detectado ahora, según el sumario, que Ángel Fenoll se habría presentado con su Colsur a sabiendas de que perdería para no levantar sospechas, pero también se habría asegurado el control de dos terceras partes de la UTE ganadora a través de testaferros. Según la investigación, sería él quien está hoy al frente de la adjudicataria que lleva año y medio prestando servicios en Orihuela a razón de 9,5 millones de euros anuales.

De este modo —y aunque muchos ayuntamientos arrastran una deuda millonaria con Fenoll—, el empresario sigue beneficiándose de contratos con diversos municipios de la comarca y también en Proambiente por un número indefinido de años. Tantos como la justicia tarde en sacar conclusiones sobre toda esta trama del Brugal.