Las ganas de cambiar y de recuperar el patrimonio vital movió hace tres décadas a maestros que sentían en valenciano y querían, también, trabajar en la escuela en su lengua, promocionar que la enseñanza tuviera el idioma propio como vehicular. Eran momentos de transición y de renovación pedagógica en las aulas. De ahí, surgieron las «trobades» hace 25 años. La fecha se celebra hoy.

«La intención de las "trobades" fue sacar la escuela en valenciano a la calle» recuerda una de las presidentas de la Federació Escola Valenciana, Carme Miquel. «Había mucha conflictividad porque la Llei d´Ús de 1983 no se entendía muy bien y se quiso mostrar en la calle que éste no era un proyecto pedagógico problemático sino que era integrador. Pretendimos dar a conocer un modelo educativo que tenía éxito e implicar a los sectores de la ciudad. Hemos logrado parte de los objetivos porque es un referente de la escuela en valenciano y distintas asociaciones (amas de casa, jubilados, comerciantes) se implican» explica esta profesora y articulista de Levante-EMV.

El primer paso en este trayecto hacia la normalización del valenciano fueron dos fiestas celebradas en el curso1985/86 en Benifaió en la Ribera y la Xara en la Marina Alta. Acudieron 3.000 personas.

El precedente a los encuentros están en iniciativas como las surgidas en Elx, en 1982, con la enseñanza en valenciano por voluntad de la profesora Tudi Torró, a niños que no tenían esta lengua como materna; la escuela Tramuntana, la primera en valenciano, en 1968; la Comarcal de l´Horta y los colegios públicos pioneros: el Sant Jaume de Almoines y el Censal de Castelló, hace 27 años. Incluso, el conseller de Educación de la UCD, Josep Lluís Barceló, en 1977/78 apostó por introducir la asignatura de valenciano.

El germen de las 17 líneas en valenciano en la escuela de los inicios dio paso a las 90. Más de 45.000 escolares cursaban en 1990 en esta legua. En la actualidad, son 222.236 cifra que para Escola Valenciana continúa siendo insuficiente.

De los grupos, a coordinadoras en defensa de a lengua y la enseñanza en valenciano en los años 80 y, de ahí, a la Escola Valenciana-Federació d´Associacions per la Llengua en 1990, con más de 24 entidades comarcales. Campañas, lemas como «Jo vull estudiar en valencià», el Voluntariat pel Valencià, La Gira de Música, l´Oficina de Dret Lingüístics son algunas de las iniciativas en marcha y, en particular, los congresos en donde especialistas internacionales analizan el plurilingüismo o los premios de literatura escolar Sambori. Todo, sin el apoyo de la Generalitat gobernada por el PP, que no subvenciona sus actividades ni les da cobertura institucional. Los artistas han puesto sus ideas: Manuel Boix y Xavier Mariscal siempre han estado presentes.

«Las trobades han servido para dinamizar la sociedad, abrir los ojos para ver que la escuela en valenciano es nuestra seña de identidad más potente, tiene prestigio, se puede estudiar. Ha sido útil para normalizar el valenciano en la escuela» afirma Diego Gómez, presidente de Escola Valenciana. En su opinión, «queda mucho por hacer. El esfuerzo que se realiza en la escuela que tenga continuidad en el ámbito social. Queda por hacer mucha política lingüística».