Agentes de la Policía Nacional han detenido a 7 personas en la Comunitat Valenciana de origen español y nigeriano, por falsificar certificados eclesiásticos para regularizar inmigrantes. Los integrantes de la red, de los cuales 5 han sido apresados en Valencia, 2 en Alicante y otros 13 en Madrid, cobraban 12.000 euros y hacían todo lo necesario para simular supuestos matrimonios que servían para regularizar la situación administrativa en España, según informó Interior.
La organización planificaba y ejecutaba, a cambio de una cantidad económica pactada de antemano con los futuros contrayentes, todas las irregularidades necesarias para que los enlaces se llevaran a cabo. No obstante, aunque los supuestos novios no se conocían, ni lo harían en un futuro, la red se ocupaba tanto de la localización de testigos comprometidos a dar fe de esos enlaces, como de la búsqueda de la parroquia conveniente y la falsificación de cualquier documento necesario para la inscripción en el Registro Civil y hacer así efectivo el matrimonio.
De esta manera, la persona extranjera adquiría la condición de Familiar de Residente Comunitario, lo que le daba derecho a circular, residir y trabajar libremente en cualquier país del Espacio Económico Europeo. En algunas ocasiones, los matrimonios eran celebrados en Nigeria entre nigerianas y ciudadanos españoles, quienes eran trasladados hasta el Consulado Español en Lagos para que contrajeran matrimonio con mujeres a las que no conocían y que éstas obtuvieran así la condición de familiar comunitario.
En estas ocasiones, el dinero que pagaban a los falsos maridos era superior debido a la necesidad de tener que ir a Nigeria a realizar los enlaces. Los falsos maridos españoles que acudían a Nigeria a contraer matrimonio utilizaban siempre el mismo traje para la ceremonia facilitado por la organización. Estas mujeres obtenían más tarde un visado de entrada en España y, a partir de ese momento, no volvían a tener contacto con su supuesto marido.
La investigación se originó en Soria en mayo de 2009 a raíz de la detención de dos personas por varios delitos de falsedad documental. A partir de ahí las pruebas apuntaron hacia la existencia de una red organizada a la legalización administrativa de inmigrantes. En los tres registros efectuados en Madrid y Alicante se intervinieron certificados eclesiásticos falsos y objetos relacionados con la práctica de vudú.
