Una píldora que nos cuesta tragar es la de la lengua...

Las disputas ahora mismo son estériles. Lo que hay que hacer es mirar hacia delante. Lo que si que he notado que la gente que defiende un origen muy muy antiguo del valenciano, resulta que lo hablan poco y lo escriben menos. Los filólogos ya lo han dicho todo. Valencia acaba de acoger el XXVI Congreso Internacional de Romanística y Filología Románica. Así que digamos que la Filología lo ha dejado muy claro, incluso dicen que hay más unidad en el catalán que entre las diferentes formas de hablar el castellano en España. Igual que el castellano se extendió por la Península con la Reconquista, evidentemente la lengua de los colonos que poblaron las tierras del Reino de Valencia eran la de sus lugares de origen: Estaba el aragonés, el castellano, muy poquito pero lo había, y después estaban los colonos de la Cataluña Nueva que traen el rey y sus nobles. Y su lengua viene con ellos, eso es natural.

¿Estamos curados del mal de la Batalla de Valencia?

No, la enfermedad sigue viva, pero ahora continua en las ondas desde el momento que alguien nos prohibe ver televisiones que hablan nuestra misma lengua. A partir de 1990 en que se conforma el espacio, digamos de comunicación, de Radiotelevisión Valenciana esa Batalla de Valencia continua funcionando. Yo creo que no se nos ha dado a la sociedad una explicación coherente, tranquila, e incluso didáctica, que diga que lo que nos hace valencianos posiblemente sea la lengua, pues ¡Conservémosla! Que nuestra lengua tenga o no vida depende mucho de la voluntad política y social, no olvidemos que hay muchísima gente que está en las escuelas en valenciano. Pero, la lengua es como el agua, la necesitamos para vivir pero no la valoramos.