Varios ciclistas aficionados han denunciado en los últimos días haber recibido agresiones -golpes o pedradas- desde un vehículo en la carretera del Saler y también en la nacional 340 de Castelló. Y estos ataques, según los testimonios, siempre proceden aparentemente del mismo coche.

Quien ha dado la voz de alarma es el aficionado de Alfafar Miguel Mico Tarazona, que sufrió un accidente el pasado 18 de noviembre en la carretera del Saler, entre la rotonda del final de la autovía y la del hotel Sidi. "Noté un golpe y un dolor fuerte en el tobillo; sólo vi que un coche me adelantaba por la izquierda. Paró otro conductor y decía que había visto cómo me lanzaban una piedra desde la ventanilla. No me entraba en la cabeza; pensé que el coche la habría pisado y salió disparada contra mí", reconocía ayer a Levante-EMV.

El brutal golpe de la piedra, según explica ahora Miguel, le provocó una fractura de peroné, le cortó los tendones y músculo de la zona. Fue operado, pasó seis semanas escayolado y ahora padece una necrosis en esa extremidad de la que se está recuperando, aunque sigue de baja laboral dos meses y medio después.

Más allá de las complicaciones físicas, Tarazona achacaba el accidente a la mala suerte. Hasta hace unos días: "El miércoles pasado me llamaron de la peña ciclista de mi padre y me dijeron que a otro aficionado de Nazaret (Valencia) también le habían arrojado una piedra desde un coche" en la misma zona. Miguel comenzó a sospechar cuando se percató de que las características de ese vehículo coincidían con las del que le adelantó el día de su accidente.

Desde entonces, este aficionado denunció el suceso ante la Guardia Civil y alertó del caso a través de internet. Y resulta que, de momento, Mico Tarazona ha tenido conocimiento de al menos otros siete casos de presuntas agresiones desde el mismo vehículo: cinco en la carretera del Saler y dos más en la antigua nacional 340 de Castelló. Uno de esos casos es el de un ciclista de competición, al que la pedrada le dejó un enorme edema en el muslo de la pierna izquierda. En esta ocasión se produjo en la N-340 a la altura de Peñíscola.

Otro de los testimonios lo aporta Julio, de Torrent, que a mediados de octubre sufrió otra agresión entre la rotonda del Saler y la del Perelló. En su caso, le golpearon "con una barra flexible", como de PVC. "Fue como un latigazo", apunta. "Tal golpe me dieron en el trasero la primera vez que me duró el moratón más de un mes", apunta este aficionado, que asegura haber sufrido una segunda agresión una semana después, en el mismo lugar y del mismo coche.

La Guardia Civil, atenta a la zona

Internet les ha ayudado a poner en común los sucesos y, además de la denuncia formalizada por el ciclista de Alfafar, algunos más han comunicado estos ataques ante las fuerzas de seguridad. "La Guardia Civil y la Policía están concienciadas con este problema", apuntaba Miguel, al que le consta que las autoridades vigilan esta zona del Saler. "Espero que no vuelva a ocurrir", concluye.