La «spanish revolution», este movimiento cívico y espontáneo nacido de las manifestaciones del pasado 15 de mayo y que ha puesto patas arribas el país a escasas horas de las elecciones autonómicas y municipales, no es sólo patrimonio de los acampados en la Puerta del Sol de Madrid, donde los medios internacionales han orientado su foco en los últimos días. Tampoco es patrimonio de la ya rebautizada como «plaça del Quinze de Maig» de Valencia (la del ayuntamiento), otro de los faros del descontento ciudadano con el poder económico y el orden político.

Ya va por aproximadamente una quincena, y creciendo, el número de municipios donde ha prendido la mecha del 15-M. Desde Benicarló hasta Orihuela, todas las ciudades de referencia cuentan con su propio punto de acampada, que cada tarde a las ocho en asamblea reúne a miles de personas en toda la Comunitat Valenciana.

En Castelló, donde la manifestación del 15-M apenas reunió a 200 personas, el movimiento se puso en marcha el miércoles y ha ido creciendo progresivamente hasta las 1.500 personas que congregó el viernes. A imagen de la de Valencia, la acampada de la Plaza María Agustina se ha organizado por comisiones y celebra acciones artísticas y reivindicativas como una performance contra la corrupción realizada ayer. Benicarló (paseo de Ferreres Bretó) es otro enclave de este movimiento, con una acampada que ya lleva ya cuatro días. También en Vinaròs unas 150 personas se reunieron ayer, muchas de ellas con intención de acampar.

En la provincia de Valencia, donde la mayoría de «indignados» del área metropolitana han hecho de la plaza del ayuntamiento su punto de referencia, las ciudades más alejadas de la capital también están viviendo acampadas. En Sagunt, el viernes se celebró la primera congregación, que reunió a cerca de 800 personas en la plaza del Sol del Puerto. Desde las asambleas de trabajadores por la reconversión industrial en el campo de fútbol del Acero, la comarca no vivía reuniones similares.

La capital de la Safor también reúne a sus propios «indignados». Tras un primer encuentro el jueves en la plaza de las Escuelas Pías de Gandia que reunió a cerca de cien personas, la mayor concentración se produjo anoche, con medio millar de asistentes a una cadena humana en torno al ayuntamiento y un campamento de unas 20 personas pasando la noche en la plaza Mayor.

En la Ribera, el campamento de Alzira se formó ayer a las 11 de la mañana, después de la primera asamblea celebrada el viernes con un centenar de personas. Anoche se reunieron más de 500. También en Algemesí anoche se celebró una concentración. En Ontinyent un grupo de un centenar de personas se reunió el viernes por primera vez en el parque Mestre Ferrero, donde han organizado un campamento permanente y mantenían las actividades este fin de semana.

Este revolución de mayo también ha cogido vuelo en Alicante. La plaça de la Muntanyeta, «villademocracia» desde el pasado lunes, se ha convertido en un campamento creciente donde ya hay hasta guardería. Anoche se celebró la asamblea más multitudinaria, con 3.000 asistentes, y concierto de música incluido. Acordaron quedarse, como mínimo, hasta el lunes. En Elx, la plaça de Baix concentra a descontentos desde el jueves, con el pico de asistencia también el viernes, al reunir a unos 1.200 ciudadanos, según la organización. Anoche 300 personas se mantenían concentradas.

También la Marina acoge protestas. En Benidorm, unas 30 personas están acampadas en la plaza de los Reyes de España desde el pasado jueves. La jornada de ayer fue tranquila y, al igual que otras ciudades, fue el viernes cuando se vivió la mayor afluencia, con 200 personas. En Dénia, otras 200 personas se concentraron el viernes en la Glorieta del País Valencià contra el paro de la comarca, sobre todo en el sector de la construcción. La Vila Joiosa estrenó ayer acampada.

Más al sur, el movimiento 15-M se ha extendido hasta Orihuela, aunque con menor seguimiento. Unas decenas de personas han acampado en la plaza del Carmen, junto al ayuntamiento. Y en Elda más de 400 personas abarrotaron la plaza del ayuntamiento en la noche del viernes, aunque ayer se disolvió. La organización de la acampada en Valencia señalaba ayer que, además de estos municipios, Villena, Onil o la Vall d´Uixò también acogen protestas.

En Alcoi, presionados por la Policía

El único incidente reseñable entre los acampados y las autoridades en todas las protestas que salpican la geografía valenciana se ha producido en Alcoi. Pese a que el Gobierno ha permitido las concentraciones —en contra del criterio de la Junta Electoral Central—, la Policía les advirtió a la medianoche del viernes de una posible multa de 6.000 euros si no desalojaban la plaza. Así, los 120 ciudadanos que en la noche del viernes ocupaban la plaza de España, convertida en centro de las protestas junto al castillo de la fiesta de Moros i Cristians, decidieron levantar el campamento. Aunque permanecieron allí hasta las 3 de la madrugada.

Con todo, ayer volvieron los indignados. Unas 300 personas ocupaban la plaza alcoiana, mientras decidían si se quedaban a pernoctar. Desde el pasado miércoles, en que se reunieron por primera vez apenas dos docenas de personas, la concentración ha ido creciendo hasta las 400 personas reunidas la noche del viernes.