Mejorar la vida de la fauna marina, desarrollar nuevas técnicas de diagnóstico con metagenómica para anticiparse a la enfermedad y prevenirla, sintetizar vacunas para erradicar infecciones y mejorar la detección de los virus en animales en avanzado estado de descomposición, como ocurre con el actual brote epidémico de morbillivirus en delfines, son algunas de las líneas maestras del Proyecto de Sanidad Marina que ayer se presentó en l'Oceanogràfic de Valencia.

En la iniciativa participan dos grupos potentes en investigación y biología molecular: l'Oceanogràfic y el Laboratorio de referencia de la Organización Mundial de Sanidad Animal que dirige el catedrático de la Universidad Complutense José Manuel Sánchez-Vizcaíno. El grupo es pionero en el estudio de enfermedades víricas, inmunología, bacteriología, toxicología y biología molecular.

Uno de los resultados de la alianza de estos dos equipos es la creación de un Banco de Tejidos del Mediterráneo que ya contiene más 500 muestras de 57 delfines.

"Es un banco de tejidos que habla -agregó el especialista- porque hemos metido información epidemiológica que nos va a indicar como evolucionan las enfermedades a través del análisis molecular de las diferentes muestras. El Banco de Tejidos está duplicado: en Valencia y en Madrid.

Uno de los objetivos del Programa de Sanidad Marina es dar apoyo a la red de varamiento de la Conselleria de Medio Ambiente, tanto de cadáveres como de animales vivos, precisó Sánchez-Vizcaíno que agregó que en un año se han registrado 53 varamientos de cetáceos.

El especialista que compareció junto a Daniel García, responsable de Veterinaria de l'Oceanogràfic, agregó que el brote de morbillivirus que ha ocasionado desde febrero la muerte de 45 delfines neonatos y jóvenes, se encuentra en un momento de "silencio epidémico" que podría romperse con un nuevo pico dentro de diez días, cuando se llegue a las 80 jornadas desde el inicio de la epidemia, igual que sucedió en los brotes de 1990 y 2007. "En unos días -agregó-podremos saber si estamos ante el fin o hay un rebrote".

El Grupo de Sanidad Animal de la Complutense ha desarrollado una técnica de PCR de detección de virus cien veces más sensible que la existente hasta la fecha, "lo que nos ha permitido detectar el morbillivirus en 8 de las 13 muestras de necropsias analizadas".

Daniel García descartó que haya riesgo de trasmisión de morbillivirus a los seres humanos. La trasmisión vírica entre delfines puede ser por aerosol, ya que el virus se ha encontrado en el sistema respiratorio de los animales.