Las estrictas prácticas pedagógicas que los religiosos vinculados al Camino Neocatecumenal han estado imponiendo durante los últimos años en algunos de los colegios de la Provincia Escolapia de Valencia, lo que ha provocado incluso salida de alumnos, está en el epicentro del discernimiento registrado en esta orden con el abandono de 22 de sus miembros para crear su propia congregación. El deseo de este colectivo de contar con un colegio en donde desarrollar su ideario, sus métodos educativos, vinculado a la organización católica conocida como "kikos" ha desembocado en la constitución de la Fundación Pietas et Litterae, cuyo registro en la Conselleria de Justicia se ha producido este mismo mes.

"Lo que quieren estos religiosos es continuar dedicándose a la educación" señaló ayer a Levante-EMV un miembro reconocido del "Camino", con hijos en Escolapios. De hecho, solicitaron un centro al arzobispado, de su red de colegios diocesanos, y han tanteado a la Conselleria de Educación.

La entidad adopta en latín el lema de "Piedad y Letras", del fundador de los Escolapios, San José de Calasanz, quien creó la primera escuela cristiana popular. Se trata de una organización "civil", integrada por laicos vinculados a los religiosos que han dejado esta orden y que afirma "no pertenecer a ningún movimiento ni es iniciativa de ninguna realidad eclesiástica definida" señala el tríptico de presentación. La pretensión es la de "fomentar una escuela identitaria católica" y "evitar disimulos y dispersiones estériles" apuntan.

Surge por iniciativa de familias cristianas, "preocupadas por la actual emergencia educativa de la Comunidad Valenciana" añaden y subrayan que tienen cabida quienes quieran poner su talento al servicio de la educación que promueven, "con independencia de cuál sea su adscripción política o su realidad eclesial de referencia".

Además, según relata en su página web, la fundación colabora "en la labor educativa y pastoral de religiosos avalados por una amplia y fecunda tradición en el ámbito educativo y con experiencia en centros que han apostado por la educación integral de los alumnos y por una nueva pedagogía", en clara referencia a los religiosos que han dejado los Escolapios.

Sobre esta escisión en la orden que adelantó Levante-EMV, el presidente de la Federación de Padres Católicos de Valencia, Nicolás Sánchez, cree que "no afectará en el plano pedagógico" a las Escuelas Pías. "Todo va a seguir igual. Muchos escolapios que están en el Camino Neocatecumenal se quedan en la orden, no se van con la nueva realidad. En mi parroquia, continuan en la Escuela Pía y permanecen en el Camino. Son diferentes sensibilidades sin problemas" aseguró.

La presidenta de Escuelas Católicas, Vicenta Rodríguez, está convencida de que, independientemente de los "kikos", son los Escolapios quienes "plantean el proyecto educativo en sus centros. Todo el programa y actividades colegiales se enmarcan dentro de la espiritualidad de la congregación concreta, en este caso de los Escolapios. El profesor ha de ser, no solo respetuoso, debe estar comprometido con el ideario del centro".