El auditor de Milano, Luis Fandilla, y dos responsables policiales de la investigación de la trama Gürtel declararon ayer en el juicio contra el expresidente de la Generalitat Francisco Camps y el exnúmero dos del PPCV Ricardo Costa que la red pagó los trajes a los dos acusados. Luis Fandilla -que era director de las auditorías del grupo Cortefiel, firma a la que pertenecía Milano- aseguró que la empresa Orange Market abonó en septiembre de 2006 con dos cheques prendas de vestir de Camps y Costa. Los dos investigadores -que eran jefes de la Brigada de Blanqueo de la policía- indicaron al jurado que el sastre exculpó a Camps en sus dos primeras declaraciones y lo acusó en la tercera, tras su despido de la tienda Forever Young. El juicio contra Camps y Costa por un delito de cohecho entró ayer en su fase final y ya solo queda un interrogatorio.

El auditor de Cortefiel confirmó que dos talones de Orange Market de septiembre de 2006 coinciden con la liquidación de la deuda generada en enero de 2006 por compras a nombre de Camps y Costa. El perito precisó que eran un cheque de 10.000 euros y otro de más de 16.000 euros que fueron ingresados en la cuenta de Milano. El auditor incidió en que informáticamente se puede acreditar los pagos.

El testigo advirtió de que desconocía si la secretaria de Costa había llamado para saldar la deuda de sus trajes. "No puedo asegurar si Costa dio el dinero a Álvaro Pérez para pagar", subrayó a preguntas del letrado Juan Casanueva, que representa al exnúmero dos del PPCV. En cualquier caso, el auditor insistió en que sí verificaron que los pagos de Orange Market correspondían a las prendas de los acusados.

Los responsables de la investigación explicaron a los miembros del jurado que atribuyeron los pagos a las tres empresas del grupo Correa por una gran cantidad de datos como la coincidencia en los domicilios sociales, la denuncia de José Luis Peñas (el edil de Majadahonda amigo de Correa que aportó 17 horas de grabaciones con miembros de la trama) y las intervenciones telefónicas.

Los agentes destacaron la importancia de la nota manuscrita intervenida en el barco "Parapipi" que recogía cantidades a nombre de Costa, Rafael Betoret y el exdirector de RTVV Pedro García. Los investigadores revelaron que las listas manuscritas con pagos de la caja B que encontraron en la sede del grupo Correa en Madrid coincidían con los abonos a las tiendas Milano y Forever Young. Los policías pusieron como ejemplo un apunte de caja B para la adquisición de prendas en Milano que después la tienda confirmó que se habían pagado con 3.300 euros en efectivo. Uno de los agentes añadió que cuando iban a registrar la sede de Orange Market en la calle Colón un empleado trató de llevarse tres facturas de Milano por compras de Camps y Costa.

La esposa del sastre

"La caja B del grupo Correa estaba en una memoria externa y en un lápiz de memoria que encontramos en el registro del domicilio del contable del grupo Correa.

La información de la caja B es cierta, veraz y recoge operaciones reales. Lo comprobamos con las facturas realizadas y con documentos bancarios", reiteró uno de los investigadores. Los policías insistieron en que las prendas compradas en Forever Young fueron pagadas por las empresas de la red Diseño Asimétrico y Servimadrid Integral.

Los policías admitieron que el sastre José Tomás aseguró en sus dos primeras declaraciones que Camps retiró los trajes y pagó en efectivo.

Los agentes precisaron que fue en la tercera declaración cuando incriminó a Camps. Los dos testigos también reconocieron que la mujer del sastre está contratada en el complejo policial madrileño de Canillas (que es donde está la unidad que dirigía la investigación), aunque no aclararon a qué se dedica. En el centro policial de Canillas trabajan 10.000 personas.