Las aguas en Unión Progreso y Democracia, el partido de la diputada en el Congreso Rosa Díez, bajan revueltas en varias organizaciones territoriales de España y ahora también en Valencia. El éxito y las no menos halagüeñas expectativas electorales han venido acompañados de tensiones en la organización. Con un denominador común: Frente al mensaje de renovación política que propugna el partido magenta, militantes y responsables de la formación reprochan en privado el centralismo de UPyD, donde las direcciones autonómicas y locales tienen escaso margen de decisión. En Valencia, un sector del partido denuncia que Antonio Salvador, miembro del Consejo Político nacional y cercano a Carlos Martínez Gorriarán, diputado en el Congreso, y el parlamentario por Valencia, Toni Cantó, están maniobrando para condicionar las elecciones internas a coordinador local del «cap i casal»del 30 de junio, con el fin de asegurarse el control de la formación.

Destacados afiliados de UPyD en Valencia se enteraron hace una semana de esta convocatoria de primarias por la prensa, donde ya se postulaba un candidato, Pablo Serrador, asistente de Cantó y jefe de campaña de éste en las pasadas elecciones generales. El plazo para presentar candidaturas expira el próximo miércoles. El último coordinador, Ramón Igual, elegido en mayo de 2010, fue candidato a la alcaldía de Valencia en mayo de 2011 y dimitió en enero pasado. Desde entonces, una gestora ha asumido la dirección local.

«Opacidad» en las primarias

El sector crítico con Madrid atribuye la «opacidad» del proceso al objetivo de torpedear cualquier candidatura alternativa a la oficial de Serrador. El anuncio de elecciones internas, ligado al lanzamiento de la lista de Serrador, señalan, «dinamita cualquier credibilidad en un proceso de elección limpio, democrático y abierto, en igualdad de condiciones para cualquier candidato que no sea Pablo Serrador».

A las primarias para coordinador local de Valencia podrán participar como electores y elegibles los afiliados que formen parte del censo, pero la única vía de convocatoria ha sido la remisión de un correo electrónico. Además, los críticos acusan a Salvador, del que aseguran que es quien maneja al diputado y actor, Toni Cantó, y al aspirante a liderar Valencia, Pablo Serrador, de imponer las normas del proceso interno sin ningún tipo de negociación con los responsables y militantes de Valencia. Aproximadamente son 160 los afiliados de la ciudad con derecho a voto.

Para los sectores críticos, una camarilla reducida hace y deshace sin contar con las bases, reproduciendo los vicios que UPyD achaca a los partidos mayoritarios, PP y PSOE, y que es lo que llevó a muchas personas con inquietudes políticas a dar el salto a la opción magenta. «Antonio Salvador es quien quita y pone territoriales, es quien manda en la sombra sin atender los criterios de las direcciones», aseguran los críticos. O sea, el representante de los tan denostados «aparatos» de los partidos tradicionales que UPyD prometía erradicar.

En esta línea, reprochan un centralismo organizativo en el que las organizaciones autonómicas y locales apenas cuentan. Los problemas no son nuevos. En los comicios autonómicos de 2011, las bases, frente a la candidata oficial avalada por Madrid, Ana Falomir, eligieron por sorpresa al coordinador autonómico, Rafael Soriano, como candidato a la presidencia de la Generalitat. Y por un puñado de votos: El 33,83% de Soriano, frente al 30,86% de Ana Falomir.

Según las mismas fuentes, la operación para ganar las primarias en Valencia podría ser la antesala para hacerse con la organización a nivel autonómico, a costa de Soriano. El partido de Rosa Díez tiene una fuerte implantación en el «cap i casal», muy por encima de la presencia en las comarcas. UPyD ya suma hasta cinco consejos territoriales dirigidos por gestoras impuestas en Madrid. La última dirección en caer ha sido la de Aragón, que sigue los pasos de las de Canarias, Cantabria, Extremadura y Galicia.

Cantó y su asistente y candidato a las primarias para el Consejo Local de Valencia, Pablo Serrador, intentaron fichar a Vicent Todolí, exdirector de la Tate Modern de Londres y una de las figuras valencianas de mayor renombre en el mundo artístico. Todolí, quien dirigió el IVAM, se entrevistó con Cantó y Serrador, a principios del mes de junio pero declinó la oferta.