"No hay un plazo" para acabar el Ágora; "no es una prioridad, dada la coyuntura económica". Lo aseguró ayer la consellera de Turismo, Lola Johnson, durante su comparencia en las Corts para informar sobre el últimos de los elementos de la Ciudad de las Artes que ha quedado incompleto, al no instalarse la cubierta móvil, cuyas lamas están apiladas en un descampado cercano. "Todos los esfuerzos están centrados en el fomento del empleo y el desarrollo de políticas sociales a las que se destina el 83 % del presupuesto de la Generalitat", recalcó.

No obstante, aseguró que el edificio está en funcionamiento porque "se han garantizado todas las medidas de seguridad" y a tal efecto cuenta con una certificación del arquitecto Santiago Calatrava. La consellera indicó que el Ejecutivo se plantea la externalización de parte de sus servicios "con el fin de alcanzar la máxima eficiencia y calidad de la explotación de los recursos", aunque no dio más detalles.

La consellera cifró en 76,9 millones el coste de la obra, mientras Ignacio Blanco (EU) la acusó de "manipular" los datos e incluso le entregó una certificación de Cacsa en la que el gasto, incluido el IVA, asciende a 93 millones. Unido a los 9 millones abonados a Calatrava, 102 millones. Eva Martínez (PSPV) se preguntó por qué van a hacer un ERE y privatizarlo "si los resultados son tan buenos como dice la empresa en sus balances", mientras Pañella (Compromís) criticó "un recipiente que no se sabe para qué es".