La recién nombrada jefa de gabinete de la directora general de Radiotelevisió Valenciana (RTVV) Rosa Vidal, Sonia Miralles, también destaca por su posicionamiento en favor de las televisiones ilegales y en contra de la ley que obligó a regularizar las emisoras locales.

La hija de Vicente Miralles Troncho nunca escondió sus críticas al Gobierno y a la propia Generalitat Valenciana por la regularización del mercado de televisiones locales, a raíz de la cual comenzaron a considerarse ilegales aquellas emisoras sin licencia.

Dicha autorización exigía el pago de tasas y el cumplimiento de una serie de requisitos legales y técnicos. Es precisamente esta carga económica la que ha sido criticada por Miralles, que manifestó su opinión públicamente en espacios como Televisión de Benicàssim.

Así lo expresó textualmente durante una entrevista en el espacio La Colla on air: "Me gustaría mucho que cada municipio pudiera tener 2, 3 o 33 televisiones locales, porque pienso que la competencia es buenísima. Pero ya que se han puesto a regular, no me parece justo que te den el caramelo y lo dejen sin llegar a la boca. Ojalá nunca hubiera llegado esa regularización. Yo pienso que el que antes se lleve el gato al agua pues...".

A este respecto, Miralles incidía sobre los efectos negativos de la regularización para las pequeñas televisiones. "La adjudicación que recibimos hace tres años no ha servido de nada, más que para hundir a las empresas que tienen licencia. Los poderes estatales y autonómicos no hacen nada para que esa licencia tenga un valor".

En 2003, tras la muerte de Vicente Miralles Troncho, Sonia Miralles, asumió la dirección TVCS y se puso al frente del programa Hilo directo, uno de los espacios que hicieron popular a su padre por su peculiar y muchas veces controvertido estilo televisivo.

El posicionamiento en torno a la legislación de televisiones locales es una de las tarjetas de presentación de Sonia Miralles, que también destaca por su declarada afiliación al Partido Popular y su expresa admiración por el ex presidente de la diputación y del PP provincial, Carlos Fabra.

No en vano, fue Sonia Miralles quien organizó en 2005 el homenaje a Carlos Fabra "A tu lado somos muchos", un acto al que acudieron más de 1.000 personas para apoyar al líder popular después de que los tribunales le imputaran presuntos delitos contra la administración pública como cohecho y tráfico de tráfico de influencias (delitos por los que 8 años después será finalmente juzgado, conjuntamente con otros cuatro delitos fiscales).

La figura de Sonia Miralles también fue objeto de polémica por el conflicto con su jefa en el Impiva (Instituto de la Mediana y Pequeña Industria Valenciana), que finalmente la llevó a presentar una denuncia por lesiones que suscitó una sentencia favorable y una indemnización.