La Acadèmia de la Llengua (AVL) remitió ayer a las Corts una «declaración institucional» sobre la propuesta del PP de las Corts referida al origen del valenciano en la que advierte que la iniciativa «vulnera el ordenamiento jurídico valenciano» al «ignorar» un pronunciamiento sobre esta cuestión del ente normativo y, además, «no respeta la normativa lingüística oficial» en su redacción, pese a lo que ordena el Estatuto de Autonomía. La AVL, máxima autoridad lingüística, responde así a la proposición no de ley presentada el 13 de junio por el portavoz popular, Jorge Bellver, en la que, como informó en exclusiva Levante-EMV, se asegura que «el habla de los valencianos, que parte sin duda de la más profunda prehistoria, se escribe ya desde el siglo VI antes de Cristo con el lenguaje ibérico y, después de las aportaciones sucesivas a partir de las fenicias, griega y latinas, ha llegado a nuestros días en la forma en que la conocemos».

La iniciativa solicita a la RAE que reconozca al valenciano su «categoría de lengua o idioma propio de los valencianos que se habla en la mayor parte de la C. Valenciana» y así lo haga constar en la próxima edición del diccionario, frente al actual, en la que se define como «variedad del catalán, que se usa en gran parte del antiguo reino de Valencia y se siente allí comúnmente como lengua propia». La AVL explica que «la lengua valenciana, como ocurre con cualquier otro idioma, se ha configurado a lo largo de la historia con aportaciones de las diferentes civilizaciones y culturas que, en épocas pasadas, se asentaron en el actual territorio valenciano». «El valenciano, propiamente dicho —sigue—, se conformó a partir del siglo XIII, cuando fue traído aquí por los repobladores catalanes y aragoneses venidos con Jaume I, como demuestra la historia, la documentación medieval, la onomástica y la filología, en especial la fonética, la morfología, la sintaxis y el léxico históricos, que muestran su procedencia del latín». Y añade: «Por esto, valencianos, catalanes, baleares, y los habitantes de otros territorios de la antigua Corona de Aragón, compartimos una misma lengua, aun cuando, debido al paso de los siglos, cada zona ha mantenido o incorporado formas y vocablos propios».

«El íbero, imperceptible»

«Estas particularidades —subraya— se explican muchas veces por el legado que han aportado los distintos pueblos, como por ejemplo el árabe, el aragonés, el castellano, el francés o el occitano; en cambio, las reliquias de los pueblos remotos, como el íbero, son inexistentes o imperceptibles». Acto seguido, la AVL recuerda que en 2005 emitió un dictamen «prescriptivo» sobre el valenciano, por lo que «confía plenamente» en que los servicios de documentación de las Corts se lo «podrán facilitar al señor portavoz del grupo parlamentario popular». Por si acaso, se pone «a su disposición» y a la del resto de diputados.

La AVL «insta» a la Mesa de las Corts, como «órgano encargado de decidir la tramitación» de los escritos, a «comunicar» a Bellver que su propuesta «vulnera el ordenamiento jurídico valenciano en la medida que ignora un pronunciamiento oficial» como el citado dictamen sobre el valenciano, «emitido por la institución normativa del idioma valenciano (artículo 6.8 del Estatuto)» y cuya redacción —en la que se usan términos como «ab», «ya» o «bollletí»— «no respeta la normativa oficial» de la AVL, de «aplicación obligatoria a todas las administraciones (artículo 41 del Estatuto)».

El PP, que está vetando iniciativas por usar «País Valenciano», término reconocido en el Estatuto, no cumple la norma en sus escritos. La declaración unánime pide «con firmeza» a los grupos «que no se utilice la lengua como instrumento político de confrontación entre los valencianos». La contundente declaración evidencia el hartazgo de los académicos por que el PP recurra a la cuestión lingüística ante sus problemas electorales. El Consell ha suscrito un acuerdo con la secesionista RACV obviando a la AVL.