Las primeras negociaciones en las Corts con vistas a sellar un acuerdo para reclamar al Gobierno un cambio en el sistema de financiación han desembocado en fracaso absoluto. El portavoz del PP, Jorge Bellver, ha trasladado a la oposición un borrador de propuesta conjunta de todos los grupos de cara al debate de política general del próximo martes. La sorpresa, para la oposición, es que la redacción apela al informe de la Comisión de Expertos para deslizar el reconocimiento a la gestión «eficiente» de los populares al frente de la Generalitat a lo largo de estos años. El texto plantea que la Cámara «asuma» el contenido del trabajo de los expertos nombrados por el Parlamento, en el que, recuerda la propuesta, la insuficiente financiación «es la causa principal del déficit y la deuda, a pesar de que el gasto per cápita está por debajo de la media» de las comunidades.

Pero entonces añade: «Por consiguiente se gestionan de forma eficiente los recursos disponibles». Para la oposición, el PP pretende que aplauda su gestión, marcada a su juicio por el despilfarro, cuando, argumenta, se pueden disponer de pocos recursos y derrocharlos, si se equivocan las prioridades. Eso es lo que en su opinión ha hecho el Consell al centrarse en los grandes eventos y el ladrillo. Si el PP no renuncia a este cheque en blanco, el pacto es imposible. Pero además, la propuesta es «muy insuficiente», como reprochó ayer el portavoz adjunto de EU Ignacio Blanco. El texto insta al Consell a defender ante el Gobierno los objetivos del informe para que el nuevo modelo asegure la financiación de los servicios fundamentales y que el «criterio principal de reparto sea la población de cada territorio, dejando sin efecto el 'statu quo' actual».

EU: «Ni plazos ni deuda histórica»

«Nos toman por tontos si pretenden que olvidemos la mala gestión, el despilfarro y la corrupción», dijo Blanco, quien criticó que la propuesta «ni siquiera pone plazos, de manera que el nuevo modelo tenga efectos desde el 1 de enero de 2014», al tiempo que «tampoco reivindica la deuda histórica como compensación» a la infrafinanciación. EU se mostró abierto a negociar un acuerdo «reivindicativo».

El pacto se complica porque ayer mismo el líder del PSPV, Ximo Puig, destacó que, en materia de financiación, «los pactos no los puede proponer quien los ha roto», en referencia al aplazamiento forzado por Fabra en el Congreso de la reforma del Estatut para blindar las inversiones del Estado en función de la población, que había sido aprobada por las Corts.

En una semana de críticas de los empresarios a la supuesta tibieza del jefe del Consell a la hora de reivindicar a Madrid, el presidente de la Cámara de Comercio de Valencia, José Vicente Morata, echó un capote a Fabra al defender que el modelo de financiación autonómica «sólo será sostenible si se negocia con todas las comunidades», ya que considera un error la búsqueda de soluciones de forma bilateral.

Además, justificó el aplazamiento en Madrid de la reforma estatutaria, una decisión «oportuna» porque era evidente, dijo, que no iba a prosperar. No lo iba a hacer por el veto del Gobierno. Unas declaraciones que contrastan con la del presidente de AVE, Vicente Boluda, quien pidió a Fabra que sea «más contundente» ante Madrid, mientras el responsable de la patronal Cierval, José Vicente González, reclamó al Ejecutivo central que se condone deuda valenciana.