Lejos de implicar un impedimento para seguir cuidando del medio ambiente, la muerte de una persona puede conllevar una ocasión especial para reafirmar su conciencia ecologista.

Desde hace unos años, la empresa funeraria Mémora ofrece a sus clientes la posibilidad de contratar un entierro ecológico, o lo que es lo mismo, un "ecofuneral". En este tipo de servicio, el último adiós del fallecido cumple con una serie de criterios medioambientales que reducen al mínimo el impacto en la naturaleza. Así, para satisfacer el deseo de aquellos difuntos que tienen intención de pasar al otro mundo sin contaminar el que dejan, la compañía encargada del sepelio se compromete a suprimir todos los elementos del féretro que no sean biodegradables, como por ejemplo los metales o los plásticos. En este sentido, la madera y la ropa del cuerpo sin vida respetan al máximo los cánones ecológicos.

Pero no sólo eso. Todos los productos utilizados son de proximidad, para evitar que requieran de un transporte de larga distancia, y tampoco se emplean componentes tóxicos durante el tratamiento de los cadáveres.

Además, a lo largo de todo el proceso funerario sólo se consumen energías renovables, y para renunciar al uso de combustibles fósiles, la empresa pone a disposición de la familia un vehículo de motor híbrido. Sin humos.

Distinto es el caso de las incineraciones, en el que se hace especial mella en las características de los gases expulsados hacia la atmósfera. La compañía se asegura en estos casos de que todos los filtros de los hornos crematorios cumplan, rigurosamente, con los requisitos para que la contaminación sea lo menor posible.

Este año, por primera vez, la fundación Tierra, acreditada en los sistemas de gestión ambiental, expide un certificado oficial con el que los familiares del fallecido se aseguran que los niveles de la huella ambiental son los reglados. Se trata de la certificación ecológica del servicio funerario SFE 07:02, con unos estándares establecidos para poder reducir progresivamente el impacto ecológico a nivel de emisiones y residuos de cada ceremonia.

Uno de cada diez es "ecológico"

Tal como explica Eduardo Vidal, vicepresidente de la funeraria Mémora, la tarifa de este tipo de entierros se mueve entre los 3.500 euros, un precio por el que se contrata un sepelio normal. De todas formas, según Vidal, la voluntad de solicitar este tipo de ofertas no se debe tanto a una cuestión económica sino a una razón de concienciación y de ideología.

Los datos que maneja su empresa reflejan que cerca del diez por ciento de las familias que se dirigen al negocio ya solicitan un "ecofuneral", y la cantidad de entierros ecológicos se incrementa, cada año, en algo más de un uno por ciento.