Expertos en economía de la cultura y del sector audiovisual se dieron cita ayer por la mañana en la Facultad de Economía de la Universitat de Valencia para analizar qué pierden los valencianos con el cierre de Ràdio Televisió Valenciana (RTVV). Uno de los ponentes de la jornada, el productor de l'Alqueria Blanca y presidente del colectivo mayoritario de productores, Ximo Pérez, explicó que, mientras que «un valenciano paga 12 euros al año por disponer de RTVV, un alemán abona 90 euros o un inglés 70».

Pérez defendió que antes de ejecutarse el ERE de Canal 9 que acabó con más de 960 despedidos, la televisión pública costaba a cada valenciano 35 euros, «todavía más barata que la Televisión Española por la que pagan 44 euros». Según Pérez, Telemadrid cuesta 20 euros al año a cada madrileño y TV3 40 a cada catalán. Los vascos pagan por su televisión autonómica 52 euros.

Respecto al número de trabajadores de los que disponía RTVV, Pérez reveló que, en 2010, por cada millón de euros invertido en la televisión había 9,8 trabajadores. Cifras muy superiores a Alemania, añadió, «donde por cada millón había tres personas empleadas». El mismo número que en TVE. «En Europa, el 70 % del presupuesto de las televisiones públicas se gasta en los contenidos y el resto en estructura. En Canal 9 hace tres años, el 25 % iba para el producto y el 75 % para estructura», afirmó.

Los otros expertos reunidos en la jornada coincidieron en que las cifras del cierre que estaba aireando el Consell no son creíbles. El propio decano de Economía, Vicent Soler, introdujo el debate con esta tesis. El catedrático de Comunicación Audiovisual en la Universidad del País Vasco, Ramón Zallo, afirmó que la Generalitat dejó hundirse la televisión pública. «El cierre es un torpedo en la línea de flotación en el servicio público de radio y televisión tanto en la Comunitat Valenciana como en general», aseveró.

Para el investigador responsable de Economía de la Cultura en la UV, Pau Rausell, el cierre supone una «pérdida de democracia».

«Con el cierre me sentí como en el golpe de 1981»

Para los actores valencianos el cierre de RTVV supone la destrucción de un importante mercado de trabajo. Ayer, en la Facultad de Economía los intérpretes dijeron la suya sobre su situación laboral. El actor Josep Manel Casany aseguró que «cuando anunciaron el cierre de RTVV me sentí como en 1981 con el golpe de Estado o cuando ETA asesinó a Miguel Ángel Blanco». Casany denunció que los actores «han sido despreciados» por el Consell y que para trabajar deberá «emigrar». «Me han dejado sin trabajo y en casa no me voy a quedar. Voy a trabajar para acabar con el PP». s. p. valencia