El exconseller de Solidaridad y diputado de las Corts en el grupo de No Adscritos, Rafael Blasco, llegó solo a su juicio en el Tribunal Superior de Justicia donde a la entrada le esperaban una veintena de periodistas. El político no rehuyó a las preguntas y defendió que durante su vida en el servicio público, que va desde los principios de la autonomía valenciana a la actualidad, «no me he aprovechado nunca de ningún cargo por el que ha pasado». El acusado defendió que sus recursos económicos y sus medios en estos momentos «son menores» que cuando comenzó su andadura en política.

Blasco manifestó que afronta el proceso, en el que se le considera uno de los principales acusados, con «mucha serenidad y tranquilidad, confiado en la justicia y convencido completamente» de su inocencia. «Es el tiempo de la verdad. La verdad es consustancial con la justicia y estoy convencido de que este juicio va a permitir aclarar todas las cosas», manifestó ante los micrófonos.

El exconseller dijo que llega a este juicio «después de casi tres años de juicio paralelo en los que no se ha tenido en cuenta la presunción de inocencia y en los que se han vulnerado derechos fundamentales como este». También aseguró que incluso se han llegado a publicitar, desde que Levante-EMV destapó el escándalo en octubre de 2010, partes de un sumario que estaba bajo secreto. «Es momento de dejar hablar a la justicia y cuando esto termine estoy seguro de que voy a tener tiempo de poder hablar de muchas más cosas», concluyó.

Blasco fue el único de los acusados que se paró ante los medios de comunicación. Los demás entraron al TSJ rápida y discretamente y sin dar declaraciones. La salida todavía fue más apresurada y, esta vez, el exconseller no se detuvo a hablar con los periodistas. Fue el último en salir del edificio minutos antes de las 14 horas.