La denuncia de la situación del vigilante del aparcamiento del complejo administrativo 9 d'Octubre de Valencia, con una mesa y dos sillas situadas en mitad del aparcamiento sin garita ni pantallas que lo protejan de atropellos o humos, tuvo un efecto inmediato ayer tras la publicación del caso en Levante-EMV. A través de una carta firmada ayer mismo, el subdirector general de la ciudad administrativa que albergará 4.500 empleados de la Generalitat afirmó que se había dado orden de retirar la mesa y las sillas que aparecían en la imagen publicada en este periódico y que habían sido denunciadas por Intersindical ante la Inspección de Trabajo y que también había criticado un informe del Institut Valencià de Seguretat i Salut en el Treball. Así pues, la mesa fue retirada ayer y el vigilante del aparcamiento pasó a estar de pie en el exterior del subterráneo durante la mayor parte de la jornada, según confirmaron testigos presenciales. La vigilancia la prestan empleados de la empresa Casva.
A partir de ahora, según dicha carta, «el control de los accesos al parking se realizará en diversas localizaciones dentro de las instalaciones del parking y de la ciudad administrativa del 9 d'Octubre». También, añade, «se va a proceder a contratar una pequeña garita de control, a instalar en la entrada por la calle Luis Lamarca».
Cruce de reproches
Las actuaciones planteadas por Intersindical, amenazó la dirección del complejo, «pueden llevar a tener que proceder al cierre del parking y reducción del horario de apertura del mismo, con el objetivo de garantizar su seguridad, garantizando siempre la entrada y salida de acuerdo con los horarios establecidos» para el personal de la Administración.
Por su parte, el sindicato saludó ayer que se quieran dar pasos para terminar con la anómala situación de la vigilancia del aparcamiento. Sin embargo, reclamó que se normalice definitivamente y se acabe pronto con los parches para aumentar la seguridad.
