En un espacio ganado para la ciudadanía como el viejo cauce del Túria, aunque sea bajo un puente firmado por Santiago Calatrava. Ahí arrancó ayer su camino Podemos (o Podem) en Valencia, un movimiento con alma asamblearia, de democracia radical, que ahora tiene el reto de hacer viable y operativo un proyecto que quiere hacer partícipe de cada decisión a todos y cada uno de sus integrantes.

El círculo de Valencia, en su segunda asamblea tras el esclafit del 25 de mayo, reunía ayer al caer la tarde a cientos de simpatizantes. En apenas 30 días, un movimiento que apenas reunía a 40 personas en las asambleas de la Facultad de Filosofía (antes de uns elecciones con 144.000 votos en Valencia) cuenta ya con una nómina de simpatizantes de entre 1.500 y 2.000 personas. No es un censo político al uso, con cuotas y domiciliaciones bancarias, pero es un arranque prometedor.

De momento, los promotores del «Círculo de Valencia» se enfrentan al reto de aprender a gestionar esa avalancha de simpatizantes. El primer paso va a ser descentralizar la asamblea hacia «círculos» en los 18 distritos y hacer más viable su funcionamiento. Esos grupos más pequeños son los que avalarán y presentarán en el futuro a los candidatos a las elecciones municipales y autonómicas.

«Estamos probando dinámicas, métodos de participación para estructurar el diáologo, obtener respuesta y que no sea un monólogo», explica Álex Rodríguez, uno de los portavoces.

Además de organizarse geográficamente en distritos, otra de las iniciativas consiste en agruparse por sectores profesionales (sanitarios, enseñanza, derecho, etc). Un grupo de coordinación reunirá a representantes de cada comisión y círculo. Y por encima de todo la asamblea general.

También se ha creado un «banco de destrezas». La idea, en un partido que huye de las vías de financiación clásicas (nada de créditos; tiran de la venta de camisetas), es compartir habilidades: desde el electricista que repare la iluminación de una futura sede hasta el gabinete jurídico.

Ayer, por ejemplo, los centenares de personas que se congregaron se reunieron en pequeños grupos de 10/15 personas para facilitar el diálogo y después compartir conclusiones.