El presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, ha admitido en Bruselas que «hemos vivido por encima de nuestras posibilidades» al tiempo que ha criticado «la falta de seriedad de algunos gobernantes que gastaban más dinero para aparentar estar mejor que al iniciar su mandato». Fabra ha hecho estas declaraciones al participar en la segunda Conferencia del Comité de las Regiones sobre las finanzas locales y Regionales, titulada «Gobernanza económica y descentralización fiscal en la Unión Europea».

Tras su intervención, en respuesta a los periodistas, ha matizado que no se refería a su antecesor en el cargo, Francisco Camps, sino que «los ejemplos de gasto galopante se ha producido en países como Grecia, Irlanda, Portugal o Italia y en todas las comunidades autónomas en general. Hemos gastado mucho y ahora tenemos que gobernar con los recursos que tenemos», aseguró a los periodistas.

Pese a admitir los excesos que se han producido en la Comunitat Valenciana, «como en otras comunidades» puntualizó, el presidente de la Generalitat no perdió la ocasión de responder públicamente al secretario de Estado de Administraciones Públicas, Antonio Beteta, quien reivindicó la semana pasada la necesidad de realizar más recortes en el gasto público de la Comunitat Valenciana. «Con la financiación del Estado no cubrimos ni el 90% del gasto de educación y sanidad, cuando otras regiones tienen cubierto el 120%», aseguró el jefe del Consell que lamentó que la Generalitat se vea obligado a cubrir ese déficit de financiación con el 25% del presupuesto que obtiene la Generalitat de los impuestos que gestiona.

¿Quién tiene la razón, el presidente Fabra o Beteta?, se le preguntó a Fabra tras su reivindicativa intervención. «Los números tienen la razón. La realidad es que con el dinero que recibimos no cubrimos ni el 90% de las necesidades de los valencianos en sanidad y educación. Estamos por debajo de la media en financiación. Tenemos un modelo de financiación injusto y se tiene que reconocer».

Diálogo en la apertura de Ikea durante los domingos

El presidente de la Generalitat también fue interrogado por la polémica suscitada ante la apertura de la nueva tienda de Ikea los domingos, una medida a la que se resiste el alcalde de Alfafar. Fabra abogó al respecto por el diálogo. «La decisión que se tome no se hará en contra de nadie» aunque admitió que es «lógico que una inversión de 100 millones, como la que se ha hecho en este caso, se quiera rentabilizar». Fabra se mostró dispuesto a escuchar a «todos los alcaldes, para conciliar el interés local con el regional, porque este tipo de comercios tienen un radio de influencia que llega a los 350 kilómetros», aunque también lanzó una velada crítica a quienes «no quieren tomar decisiones, que son difíciles de explicar a nivel local, y prefieren que las tomen otros».