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Testimonio

"Mi padre se murió en un pasillo de urgencias del Clínico sin ser atendido"

El hijo de un enfermo que ingresó el día 7 en una ambulancia denuncia la saturación del centro

"Mi padre se murió en un pasillo de urgencias del Clínico sin ser atendido"

Cristóbal Monllort Creu, de 86 años, llegó a urgencias del hospital Clínico de Valencia hacia las cuatro y media de la tarde del 7 de enero a bordo de una ambulancia, tras sufrir una crisis respiratoria en su domicilio, y su cadáver salió en un furgón funerario horas después. Su hijo mayor, Cristóbal, de 59 años, le acompañó y permaneció a su lado durante las cuatro crisis que el paciente sufrió en poco más de cuarenta minutos en una camilla en uno de los pasillos de urgencias.

«Nada más llegar le pusieron un gotero y le dejaron junto a la pared; allí había enfermos en camillas por todas partes y otros tantos en sillas de ruedas que los médicos que iban al aseo tenían que apartar a un lado para poder entrar». Lo cuenta el primogénito que vivió y vio en primera persona como a su padre se le escapaba la vida sin que nadie lo impidiera, según él mismo asegura a Levante-EMV.

«Aquello era un desastre, era demencial, con enfermos por todas partes pero con más de diez boxes vacíos que era lo que yo no lograba entender», agrega.

«Me quedé con mi padre en un pasillo, a su lado mientras mi hermana se fue a llamar a la familia y de repente le dio un ataque, se puso con los ojos abiertos y rojos que se le salían, la lengua gorda como un zapato y echando espuma y con el pecho hacia dentro», relata el primogénito que agrega que al ver a su padre así llamó a una enfermera para que le atendieran, « y me dijo que esperara un poco que ahora vendrían».

«Unos minutos más tarde el ataque se le volvió a repetir, otra vez lo mismo con los ojos rojos que se le salían de la cara y la lengua afuera, volví a pedir auxilio y me volvieron a decir que no me preocupara que acudirían pronto; minutos después le volvió a dar un tercer ataque, igual, con los mismos síntomas y volví a pedir ayuda y entonces me dicen que cuando el médico acabe de atender a un paciente vendrá a ver a mi padre, pero no dio tiempo, le dio un cuarto ataque y esta vez los ojos en vez de ir hacia fuera, se le metieron hacia dentro y empezó a cerrarlos poco a poco y grité: '¡Que se muere!' Y se murió»

«En ese momento aparecieron de repente seis o siete médicos y varias enfermeras diciendo que se lo llevaban dentro que le iban a atender, 'pero, ¿qué van a hacer ahora „les digo„ si ya está muerto?' Y minutos después salen y me dicen que han hecho todo lo posible por salvarle la vida, pero que ha fallecido». «No digan tonterías „les respondí„mi padre ya estaba muerto cuando se lo llevaron».

Cristóbal Monllort Ruiz, el hijo, revive la escena. «Llevaron la camilla con el cuerpo de mi padre a la sala 'De críticos', lo dejaron en un rinconcito aislado entre sábanas y nos dijeron que podíamos entrar a verle los que quisiéramos».

El cadáver del octogenario permaneció en aquella sala hasta al menos la media noche, según afirma su hijo a quien le extrañó que sus familiares pudieran pasar por allí «como pedro por su casa».

El hospital Clínico, por su parte, informó que el paciente entró en urgencias hacia las 17,30 del 7 de enero y fue atendido en urgencias médicas, «y estando allí presentó una nueva crisis convulsiva, hecho que hizo que lo pasaran al box de críticos donde falleció». «En ningún caso el paciente se encontraba en los pasillos, ni mucho menos sin recibir asistencia», agregó el centro.

La protesta de los profesionales

Por otra parte, la Junta de Personal del Clínico ha solicitado a la Conselleria de Sanidad que amplíe el hospital, «aunque sea con hospitales de campaña en la avenida Blasco Ibáñez».

«El hospital no puede más, el colapso de los pacientes de urgencias ha llegado a un punto que roza lo inhumano, la sala de Observación duplica su capacidad, en cada box hay que poder dos pacientes perdiendo su derecho ai ntimidad, camas rotas, con los mandos que no funcionan, no hay camillas, ni camas ni sillas». En Observación con capacidad para 11 enfermos había ayer 28, 23 pendientes de ingreso.

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