La orografía, la climatología, los recursos naturales y las infraestructuras energéticas hacen de España un país idóneo para una industria «potente» de fabricación de drones, un territorio cuya trayectoria regulatoria en este sector destaca entre las de «más proyección de desarrollo en el mundo», según expertos.

La industria civil de drones en España «va viento en popa», con una legislación que data de julio de 2014, y que se reformará en breve para impulsar este sector de las aeronaves no tripuladas, que exige «estrictas medidas de seguridad» para su funcionamiento como cualquier aparato en aviación civil.

Así lo ha explicado el doctor ingeniero Israel Quintanilla, director del Título en Pilotaje de aeronaves tripuladas por control remoto (RPAS-drones) de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV), en donde acaban de celebrarse unas jornadas sobre normativa, pilotaje y aplicaciones de estos aparatos, con la asistencia de más de 300 expertos, una cifra que da idea del peso que está adquiriendo el sector.

Quintanilla ha coincidido con el profesor de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) Pascual Campoy, catedrático de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales, en que, en general, «el desarrollo tecnológico de drones en los países va mucho más rápido que su regulación», de la que muchos aún adolecen.

Asimismo, han destacado las exigencias de seguridad requeridas para hacer volar estos dispositivos con uso civil porque son aeronaves y no juguetes,

Los drones y sus aplicaciones civiles son temas de rabiosa actualidad; de hecho, Google y Facebook acaban de reiterar sus planes de llevar internet a zonas remotas del mundo con este tipo de aparatos.

También han sido noticias recientes las del National Geographic, por sacrificar drones en un volcán para tomar imágenes para un documental y el inesperado vuelo de varios de estos aparatos en el cielo de París cuando la legislación del país no los permite.

Como grandes retos tecnológicos de los drones, el profesor de la UPM ha destacado la necesidad de mejorar su autonomía de vuelo, cuya duración media actual es de aproximadamente media hora, así como su visión artificial a la hora de interpretar las imágenes en temas como la geolocalización.

En España, desde la entrada en vigor hace sólo unos meses de la normativa sobre drones se han puesto ya en marcha 16 operadoras dedicadas a la prestación de servicios empresariales con este tipo de naves no tripuladas, recordó por su parte Quintanilla.