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Escándalo en la diputación

Imelsa da de baja 54 líneas de teléfono móvil que contrató el exgerente fugado

Benavent gastaba 3.000 euros al mes en llamadas y tenía un seguro privado de 2.200 euros - Varios trabajadores se negaron a aceptar los dispositivos que regalaba el exalto cargo fugado para evitar ser espiados o rastreados

Imelsa da de baja 54 líneas de teléfono móvil que contrató el exgerente fugado

El exgerente de Imelsa, Marcos Benavent, pagó facturas de teléfono de empresa de más de 3.000 euros al mes durante su etapa al frente de la sociedad dependiente de la Diputación de Valencia. La firma pública también abonaba 2.200 euros mensuales de un seguro médico que el resto de empleados tenían que costear de su bolsillo si lo suscribían voluntariamente. La actual dirección de Imelsa ha retirado 54 líneas de teléfono móvil que contrató el directivo fugado y que repartía aleatoriamente entre el personal. Algunos trabajadores se negaron a tener celular de empresa porque podía ser utilizado para rastrearlos o espiarlos.

Los dispendios del exgerente de Imelsa, que desapareció a finales del pasado mes de diciembre, no tienen fin, según las decenas de facturas de la empresa pública a las que ha tenido acceso Levante-EMV. La firma Imelsa gastaba más de 3.000 euros mensuales (3.172,53 euros en febrero de 2010, por ejemplo) en una línea de teléfono móvil. Benavent, según fuentes no oficiales de la empresa, estaba obsesionado con las nuevas tecnologías y la comunicación y se empeñó en repartir celulares a todo el personal de la empresa pública que quería o se lo solicitaba. Tan alto llegó a ser el número de teléfonos móviles a nombre de la firma que el actual gerente, Rafael Soler, ha dado de baja hasta 54 líneas desde que tomó el control de las cuentas.

Algunos trabajadores han explicado a este periódico que rechazaron el móvil de empresa porque sospechaban de que Benavent podría utilizarlo para espiarles o rastrear su situación en cada momento. Cabe recordar que el exgerente era un aficionado al espionaje y llegó a controlar a sus trabajadores, como también hizo con algún miembro de su familia. Entre los empleados corría el rumor de que podían ser escuchados al hablar por teléfono en un radio de cien metros de la sede de Imelsa, en la calle Conde Trénor número 9 de Valencia.

Imelsa también abonaba un seguro personal contratado con Sanitas y valorado en 2.238,57 euros al mes, según la factura de diciembre de 2009. La póliza incorporaba un suplemento dental para que el usuario no tuviera que gastarse dinero con el tratamiento de sus dientes. El resto de la plantilla de la empresa pública tenía la opción de tener una póliza privada con la misma aseguradora, aunque debía abonar al mes una pequeña parte de su bolsillo.

La gestión de Benavent en Imelsa se está demostrando un verdadero escándalo.

La gestión de Benavent en Imelsa se está demostrando un verdadero escándalo. Como contó este periódico ayer, el exgerente alquiló durante dos meses dos pisos de la calle Zapateros de Valencia donde sólo acudían dos personas de su confianza. Estos empleados manejaban los expedientes de la implantación del césped artificial en decenas de campos de fútbol de la provincia. Además, se utilizó de almacén para guardar documentos de formación, según explicaron fuentes de Imelsa. El arrendamiento de estos inmuebles cesó en abril de 2010. Un mes después, la agencia de detectives con sede en el mismo edificio que estos dos pisos cambió de propiedad.

Según la factura a la que ha tenido acceso este periódico, el mismo mes de abril de 2010 Imelsa trasladó los muebles y los expedientes de los pisos secretos a un bajo en la calle Blanqueries. Uno de los pagos por la mudanza fue de 795,76 euros. El arrendamiento de este nuevo espacio le costaba a la firma pública 921,50 euros al mes en 2010. En la actualidad, este bajo continúa siendo utilizado como almacén de Imelsa.

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