El fuerte calor de las primeras semanas de mayo, puede afectar de forma negativa a los cultivos, ya que favorece la caída de los cítricos de los árboles y puede influir en la grana de los cereales, cuyos granos se queden más pequeños o fallidos, según explicaron fuentes de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-Asaja) y de La Unió de Llauradors i Ramaders. Aunque las consecuencias del calor tendrán que verse a largo plazo, ya se puede hablar de «repercusiones negativas», según las citadas organizaciones.

AVA-Asaja asegura que el calor anormal afecta al ciclo vegetativo de los cultivos, ya que provoca estrés hídrico en los árboles, que a su vez se puede traducir en problemas de cuajado, sobre todo en cítricos y caquis, que pueden acabar en tierra.

Asimismo subrayan el mayor coste en la producción para el agricultor, que tiene que aumentar la frecuencia de riego y emplear más dinero en combatir las plagas, que repuntan con el calor

Por su parte, el secretario general de La Unió de Llauradors, Ramón Mampel, indicó que el calor afecta a los cultivos que en estos momentos están floreciendo o tienen un fruto pequeño, como es el caso de los cítricos, ya que puede ocasionar que se caigan, como por ejemplo las naranjas pequeñas, la flor del olivo o las aceitunas pequeñas, según la zona.

Además, la fruta dulce se puede adelantar con tanto calor, que provoca que madure antes y que haya en consecuencia en el mercado una «inundación» de fruta.