Al mismo tiempo que Rita Barberá anunciaba su salida del Ayuntamiento de Valencia, su equipo de Gobierno recogía sus últimas pertenencias y abandonaban los despachos que han disfrutado en los últimos años. Era el último episodio de un traspaso de poderes que se ha hecho de delegación en delegación y con con toda la transparencia, según destacaron fuentes del actual equipo de Gobierno

Rita Barberá aseguró que no se lleva nada del consistorio. Únicamente sus cosas personales, particularmente decenas de fotografías con los más ilustres personajes nacionales e internacionales, entre ellos la reina Sofia, cuya instantánea es su preferida. Para que no hubiera dudas en este sentido, la ya exalcaldesa de Valencia aseguró que había fotografiado hasta los cuadros y había levantado acta de ello para que nadie pudiera decirle que se había llevado nada.

Los despachos, en cualquier caso, han quedado limpios para que entre el nuevo alcalde, como limpia, en el sentido de vacía, ha quedado la pequeña cocina que hay junto a sus despachos y hasta la nevera.

Desde el punto de vista técnico, lo que se ha hecho es formatear todos los ordenadores, de manera que los nuevos concejales o asesores tendrán que iniciar y partir de cero con la esperanza de que los archivos estén en su sitio. Ayer era un auténtico «fundido a negro», aseguraron fuentes del futuro gobierno.

Y entre tanto se especula con las nuevas instalaciones de los grupos y con las exclusivas. Es muy posible que el PP se instale en la tercera planta y que alguno de sus concejales renuncie a la exclusividad, limitada a 25 de los 33 ediles. En esa disyuntiva está, por ejemplo, Eusebio Monzó, número 4 del PP, que estudia la posibilidad de compatibilizar el cargo con su trabajo de profesor.

El símbolo inequívoco del fin de una etapa fue, de todas formas, el periplo que desde primera hora de la mañana emprendió Rita Barberá para despedirse de los funcionarios. Llegar a los más de cinco mil que hay en la casa es imposible pero recorrió las instalaciones de la Policía Local, la EMT, Bomberos y la casa consistorial para darles su adiós personal.

Algo similar hicieron sus concejales, aunque ellos tuvieron que estar pendientes de su trabajo hasta el último momento, pues hasta las 14 horas de ayer seguían teniendo firma. Eran los coletazos de su gestión antes de que hoy todo empiece a cambiar en el Ayuntamiento de Valencia.