El Gobierno de España tendrá que tirar hoy mano de su mayoría institucional en el Consejo del Agua de la Demarcación Hidrográfica del Júcar (CADHJ) si no quiere ver rechazado el nuevo Plan Hidrológico del Júcar (PHJ), que probablemente obtenga un aprobado «raspado» y eso gracias a sus propios votos y a los de algunas comunidades de usuarios, que darán un «sí» condicionado.
No obstante, como ya ocurrió con el vigente plan, no está descartado que el Gobierno introduzca cambios de última hora para ganar algún voto. Así lo hizo en 2014 para introducir, de la noche a la mañana, una dotación para el Júcar-Vinalopó que no figuraba en los documentos iniciales.
El pleno del Consejo del Agua del Júcar se reúne hoy en Valencia para «informar» el nuevo Plan Hidrológico del Júcar para el periodo 2015-2021 que en la práctica es una revisión del actual, previsto para el periodo 2009-2015 aunque aprobado con prisas y bajo la amenaza de sanciones europeas en julio de 2014.
En el PHJ de 1998, administraciones, regantes y usuarios estaban de acuerdo mientras que en el de 2014 se mantuvo el apoyo institucional y aumentaron los «no» y las abstenciones entre los usuarios.
Fuentes de la Generalitat Valenciana confirmaron ayer su voto en contra del plan que, salvo cambios de última hora, se sumará al de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, las dos comunidades con mayor superficie y población incluidas en la demarcación Júcar.
Según las fuentes, existen razones «de forma y fondo» para rechazar el plan. Las primeras están relacionadas con las prisas del Gobierno para aprobarlo, lo que ha impedido a las nuevas administraciones surgidas de las elecciones del 24 de mayo participar en su elaboración, sin tiempo material para presentar alegaciones.
Existen también razones de fondo que probablemente se incorporen hoy al voto de la Comunitat Valenciana, según las fuentes consultadas, y que están vinculadas a la priorización de usos, la determinación de caudales ambientales, la explotación del acuífero manchego y la escasa «ambición» del PHJ en relación con la recuperación ecológica de la Albufera.
Por su parte, el director de la Agencia regional del Agua del Gobierno de Castilla-La Mancha, Antonio Luengo avanzó, que «si no hay revisión en profundidad al Plan de cuenca del Júcar», no solo se opondrán hoy al documento, sino que propondrá «un estudio jurídico en profundidad y con toda seguridad recurriremos este Plan Hidrológico».
Luengo realizó estas afirmaciones tras reunirse hace unos días con los representantes de la Junta Central de Regantes de La Mancha Oriental, con casi 100.000 hectáreas de regadío con aguas subterráneas del Júcar y cuyo voto es también todavía una incógnita.
A Castilla-la Mancha y a los regantes de esta comunidad no les gustan las alusiones al convenio de Alarcón, las dotaciones para el trasvase del Júcar-Vinalopó y en definitiva lo que considera «un retorno al Plan Hidrológico del Júcar de 1998 que en su opinión favorecía a los regantes valencianos.
Composición
El CADHJ tiene 88 componentes que representan a los ministerios relacionados con la gestión de las aguas y el uso de los recursos hidráulicos, a los servicios técnicos del Organismo de cuenca y de otras administraciones, a las Comunidades Autónomas, a las Entidades Locales situadas dentro la demarcación, a los usuarios, a las asociaciones agrarias, ecologistas, empresariales y organizaciones sindicales.
Sin embargo, el Gobierno controla directamente 20 votos, otros 4 son de Puertos del Estado, los municipios 3, los usuarios „mayoritariamente regantes„ 29, las asociaciones agrarias 2, igual que los ecologistas, las organizaciones empresariales 1 y otro vocal por los sindicatos.
La Comunitat Valenciana tiene 11 vocales, 6 Castilla-la Mancha, 2 Aragón, 1 Murcia y 1 Cataluña.
Con este reparto, el voto de los usuarios, en especial de los regantes valencianos, que finalmente apoyarán el plan aunque con un voto particular «muy crítico», según dijeron, resulta fundamental y el resultado final de la votación podría estar muy reñido si no hay maniobras de última hora.
Votación en el Segura
Sobre el Plan Hidrológico del Segura, cuyo Consejo del Agua de la Cuenca ha sido convocado también hoy, existen todavía dudas sobre la decisión final que adoptará la Generalitat Valenciana, molesta también por no haber tenido ocasión de participar, aunque sin un rechazo radical hacia los contenidos del plan. Todavía ayer, los responsables de medio ambiente, agricultura y agua del Gobierno valenciano debatían su posición final, que se inclina por el «no».
