La autonomía valenciana ya es mayor de edad. Al menos, en cuanto a intención de voto se refiere. La encuesta de Invest Group para Levante-EMV e Información evidencia que el electorado de la Comunitat Valenciana es dual, según si su papeleta va dirigida a las urnas de las Corts o al Congreso. Una manera de elegir al partido que más o mejor representa sus intereses en el parlamento, sea autonómico o estatal. Así, los partidos que más notan estos vaivenes demoscópicos son Compromís, Podemos y Ciudadanos, que pugnan por el bautizado como «espacio de ruptura», los votantes que salen del espectro derecha-izquierda y que se suman a las fuerzas que se oponen al «PPSOE». En el caso valencianos, con una variable territorial en la que siempre pesca el partido que lidera Mònica Oltra.

A Compromís le sienta bien su presencia en la Generalitat

A Compromís le sienta bien su presencia en la Generalitat y a día de hoy incrementaría sus espectativas de voto del 18,2 % del pasado mes de mayo al actual 19,6, uno de cada cinco valencianos les apoya si los comicios fueran autonómicos. Eso sí, cuando a las urnas se le ponen cara de Generales la coalición se desploma, pese a que superarían en votos el diputado conseguido en 2011. Los pronósticos más halagüeños les sitúan en los tres diputados, uno por Alicante y dos por Valencia, lejos del ansiado «sorpaso» al PSPV con el que soñaban en el Bloc y que ansía Mònica Oltra. Los socialistas se mantendrían con 10 diputados en el Congreso y subirían a 26 en la Comunitat Valenciana.

Podemos sería la cuarta fuerza en las Generales y la quinta en las autonómicas, obteniendo el 7,5 % para la Generalitat y manteniendo el 11,3 para una Generales, exactamente el mismo resultado que el pasado 24 M. El pacto con Compromís les garantizaría seguramente el tercer puesto y quién sabe si algo más.

Ciudadanos explotaría en las Corts y en las generales, aunque su empuje todavía es superior si las urnas apuntan a Madrid. Obtendrían un 16,1 % de los votos autonómicos, superando el 12,3 del pasado 24M que le situó como cuarta fuerza. En las Generales a día de hoy y según el sondeo de Invest Group, el partido de Carolina Punset se convierte en tercera fuerza con el 18,2 % de los votos. Una subida espectacular a costa del PP pero que no amenza la hegemonía de los tradicionales.

El bipartidismo aguanta en las autonómicas y sube en las generales

Los augurios de Pablo Iglesias y Albert Rivera de que el bipartidismo se hunde no se cumplirán tal y como pronosticaron los líderes de Podemos y Ciudadanos, al menos según la macroencuesta realizada por Invest Group para Levante-EMV e Información. PP y PSPV sufrieron un varapalo impresionante en los pasados comicios autonómicos donde cosecharon el 46,55 % de los votos juntos. Eso sí, mientras los populares perdieron prácticamente todo el poder al ver sus expectativas reducidas a la mitad, los socialistas recuperaron las alcaldías de Castelló, Alicante y Elx, la Diputación de Valencia y la Generalitat con el peor resultado de su historia gracias a las alianzas con Compromís y Podemos y, en algún caso, incluso sumando fuerzas con EU.

Según el sondeo que ha venido desgranando este periódico, el bipartidismo se recupera en la Comunitat Valenciana gracias, sobre todo a la subida del PSPV. A nivel autonómico PP y los socialistas sumarían el 50,3 % de los votos mientras que en una Generales se incrementaría al 55,4 %, una mayoría absoluta que aleja los vaticinios de Podemos y Ciudadanos.

El PP cayó las pasadas elecciones autonómicas al 26,25 % de los votos, tras perder casi la mitad de los sufragios respecto a 2011. El sondeo de Invest Group revela que todavía siguen escarbando su suelo electoral hasta el 25,7 %, aun así continuaría siendo la fuerza más votada. En intención de voto en las Generales el partido que lidera Isabel Bonig conseguiría un 28 % de los votos y perdería 10 escaños. Cuando Mariano Rajoy ganó las elecciones hace cuatro años el porcentaje de valencianos que les apoyaron fue el 53,3 %. Por su parte, los socialistas cosecharían un 27,4 % de los votos, más que el 26,7 que obtuvo Alfredo Pérez Rubalcaba en 2011. Eso sí, en 2011 el bipartidismo sumaba el 80 % de los votos. Ahora tendría el 55,4, una caida espectacular pero una subida respecto a las autonómicas.